el novio de mi amiga - Relatos Eróticos

el novio de mi amiga

Marisol pasaba por un mal momento con su familia, yo la lleve a mi casa. Pero no sabia lo que pasaría con su novio En una ocasión invite a una amiga que tenía problemas a quedase en mi casa. Una tarde ella llegó con su novio, siempre fuimos amigos y sabia que a el yo le gustaba. Aquella tarde hacia mucha calor, y yo andaba conun top sin nada abajo y una faldita corta. Mientras charlabamos el no dejaba de mirarme de una forma poco discimulada. Marisol fue a buscar ropa para darse una ducha, y nos quedamos los dos solos en la sala. El se sentó a mi lado me rodio el cuello con su brazo y me dio un beso, mientras su otra mano la tenía puesta entre mis piernas y jugaba con sus dedos por sobre mi calzón. Cuando Marisol bajaba las escaleras el volvió a su sillón, como si nada hubiera pasado. No se porque, pero aquella situación e puso muy caliente. El peligro que nos viera, lo prohibido porque ella era mi amiga. No se como definirlo, lo que si tenia claro fue lo hoy del momento. Marisol se sentó en las piernas de el, le dio un beso y le dijo que entraría a la ducha que saldría enseguida. Yo me pare y fui a la cosina, al ...

... volver, Marisol ya estaba en la ducha. A penas entre, nos miramos y el se abalanzó sobre mi, nos abrazamos besándonos desesperados. Sus manos estaban perdidas bajo mi faldita, me subió el top y comenzó a lamerme las tetas, mientras hundía sus dedos en mi conchita. Me hizo voltear y me inclino, me subió la faldita y se abrió paso entre la tanga y me penetro a lo bestia, yo ya casi tenia el orgasmo mas rapido de mi vida, me levanto una piena y siguió con unas envestidas mas profundas. No aguante mas y lance un gemido justo al tiempo en que acabe. El dio unas envestidas mas y mi cuerpo se estremeció por los espasmos que aquella sensacion me produjo. Me arrodille frente a el y comencé a tragar me su verga como si fuera un dulce, el me sujetaba la cabeza y me follaba la boca metiendo casi entera su vega. Yo masajeaba sus huevos cuando lanzo su chorro de leche caliente en mi garganta. Marisol ya salia de la ducha, el se había arreglado su pantalón y yo estaba sentada con las piernas cruzadas riendome con el. Ella parecio no advertir el olor a sexo que habíamos dejado, salieron como si nada y yo me fui al baño a tomar una ducha.