3 no son multitud
Fecha: 16/06/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... cuando Joao perdió el control del ritmo y metió un empujón terrible para descargarse en mi recto, con este empujón creo que llegó hasta mi alma y el dolor mezclado con el placer me hizo derramar alguna que otra lágrima, pero Patricia no estaba dispuesta a dejarme relajar así es que aceleró le movimiento de sus caderas hasta que le vacié mi leche en su culo. Tras aquello, Joao se despidió, diciendo que tenía que madrugar al día siguiente, y Patricia y yo nos quedamos en el sillón tumbados, sin decir palabra hasta dormirnos. A la mañana siguiente, cuando me desperté, leí una nota suya en la que me decía que había bajado a por el desayuno, aproveché ese momento para irme, sin decir adiós. Recibí varias llamadas suyas, a las que no contesté, hasta que un par de días después, me armé de valor para decirle que no quería volver a verla. Aquello que había pasado esa noche en su casa se escapaba a lo que yo esperaba de una relación y no me apetecía repetirlo. Al cabo de un par de meses, coincidí con Joao en un bar, cuando se acercó a mi parea saludarle no pude evitar recordarle entrando dentro de mi y senti algo muy extraño, pero puse buena cara, le pregunté por Patricia , me comentó que estaba bien pero que lo había pasado mal con lo nuestro, que nunca quiso incomodarme, que él había terminado sus estudios y que a final de mes se volvía a su pais, donde le esperaba su novia para casarse, que ninguno de los dos, ni ella ni Patricia, jamás sintieron nada el uno por el otro a parte de ganas de disfrutar del sexo, y que ella todavía algunas veces me recuerda. Jamás ha vuelto a verla, ni a tener una experiencia bisexual, pero a veces me hago alguna que otra paja recordando lo que pasó aquella noche.