La cagona - Relatos Eróticos

La cagona

... aquella botella metiendosela en la boca como si fuera un pene, ya noaguantaba mas¡¡ pero quería ver que iba a hacer ella primero.Me dijo: -bueno estamos perdiendo el tiempo pongámonos atrabajar¡¡¡Por un momento pensé que se refería al sexo, pero me dicuenta rápidamente de su expresión al ver mi cara excitada y me controle –vamos,vamos Le dije...- a decir verdad no tengo ganas de trabajar porque mejor nosacas mas cerveza y pones algo de música, me dijo.En ese momento pensé que era la hora, sin duda esta mujerquería una buena dosis de pija.Bebimos un rato y en una de esas se sentó en el sofá de lasala yo me arrodille frente a ella y seguimos hablando, ya teníamos muchaconfianza, las puntas y halagos venían de parte y parte, era indudable que medeseaba. Sin pensarlo dos veces, en una de esas que medio se descuido, la besé.Empezamos a hundirnos en un beso largo y profundo, mi lenguaentraba en su garganta como espada, mi saliva le rodeaba toda la boca y sesentía como ella movía su lengüita pequeña apasionadamente dentro de mi boca eraexcitante, ya podía sentir como mi pene comenzaba a levantarse.Comencé a besarle el cuello(cosa que nunca falla) y ellaempezó a moverse como loca de la excitación, saque mi cara de su cuello y lapasé por sus tetas, ahí me miró con deseo y me puso una cara que me pedía agritos que le sacara la camisita escotada y le chupara los senos. Inmediatamentelo hice, la despoje de su franelilla y comencé a hundir mi cara en su pecho, losllene de saliva y los ...

... mamaba y chupaba sin parar.Eran unas tetas riquísimas, grandes un poco caídas comocampanas de iglesia, con los pezones oscuros marrones, rodeados por una aureolamarrón enorme, eran carnosos, parados, suaves, los mejores senos de mi vida.Al terminar la faena, baje hacia su barriga que revelabasudor por el calor del momento y la excitación. Abrí el cierre de sus jeans,ella se dejaba y solo suspiraba de placer.Baje sus pantalones y se los saque de las piernas, traía unasbragas negras hilo dental demasiado putas y ricas, ya no aguantaba mas, baje mispantalones y comencé a pajear mi pene mientras la besaba y la mordía alrededorde su poncha y sus muslos. La puta estaba que reventaba de placer se notaba queno había recibido buen sexo en mucho tiempo.Le saque las bragas y apunté mi cara contra su poncha, lamame hasta saciarme le daba lengüetazos uno tras otro de arriba a bajo, ellaestaba encantada, con la punta de mi lengua excitaba su clítoris moviéndola deun lado al otro, ella se tongoneaba de placer. Me pidió que le hablara sucio, yle dije:-estas riquísima tu poncha sabe a gloria, quieres que techupe el culo putica¡¡¡¡¡al escuchar mis palabras suspiro de placer-guhhhrrrr siiiii¡¡¡¡¡ hazme tuya cojéeme¡¡¡¡se voltio y se coloco en cuatro patas sobre el sofá abriendosu culo y dejándolo a mi merced, se le veía todo el hueco del ano que clamabapor mi lengua, mas abajo su raja del chocho abierta clamando mi pene. Avente micara sobre su culo y lo mame y lo chupe como un loco quería, comerme ...