Grata sorpresa
Fecha: 12/06/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Javi apareció en mi oficina sin avisarme, siempre llamaba antes de ir, pero ese día decidió sorprenderme. Mis compañeras ya lo conocían, habló un rato con ellas mientras yo dejaba todo en orden para salir. Vine a secuestrar a su compañerita - dijo sonriendo maliciosamente - esta tarde voy a dedicarme por entero a su personita. ¡Vaya Laura, qué suerte tienes! - festejaron Claudia y Beatriz Al salir, Javi me contó que había estado recorriendo tiendas en el Shopping y había comprado algo de ropa para que estrenara ese día. No salía de mi asombro, definitivamente esa sería una tarde especial. Tomamos una cerveza helada en la rambla y seguimos con rumbo aún desconocido para mí, todo era sorpresa. Vamos, te mostraré el departamento que vi aquí cerca, podríamos alquilarlo y mudarnos, sabes que siempre quise vivir frente al mar Entramos a un edificio muy moderno, parecía recién terminado, bastante lujoso y por supuesto, con vista al mar. Al bajar del ascensor que nos llevó hasta el último piso, Javi dijo Espera perrita, voy a vendarte los ojos para que la sorpresa sea mayor Ese "perrita" ya me hizo humedecer, sabía que detrás de esas palabras había sexo, podía olerlo. Entramos, me guió hasta lo que supuse era un balcón o terraza, sentía la brisa en mi piel. Comenzó a desnudarme, al sacar mi tanga la notó muy mojada Ya estás caliente perra, así me gusta El misterio de la sorpresa, mis ojos vendados, su respiración cerca de mi cuello, sus manos recorriendo todo mi cuerpo me ...
... enloquecían de placer. De pronto me tumbó en el piso (pude sentir que debajo había una alfombra) , ató mis manos por la espalda. Golpeó reiteradamente mis nalgas hasta dejarlas enrojecidas, pellizcó mis pezones, los mordió hasta que yo no soportaba el dolor. Estás deseosa de conocer la sorpresa ¿verdad perra? Sí amo, lo estoy Antes me vas a dejar la verga muy parada, vas a lamerla junto con mis huevos hasta que yo entienda que ya mereces la sorpresa. Me dediqué a su verga, la chupaba como a una fruta jugosa, sin olvidarme de sus huevos, sólo quería satisfacer a mi hombre, mi amo, lo oía gemir, gozar. Se paró y pude sentir que iba hacia otra habitación, oí pasos de más de una persona. Alguien se acercó a mí, no era Javi, ¡era perfume de mujer!. Mi corazón parecía salirse de mi pecho al latir, ¡Javi había traído una mujer para nuestra satisfacción! Jejeje - sonrió Javi - ya la oliste perra, sí, es una mujer. Te ordeno que te encargues de su concha, no quiero que desperdicies una sola gota de sus jugos, ¡ya perra! Hundí mi cabeza entre las piernas de esa mujer, el olor de su sexo me nublaba el pensamiento. Comencé a recorrer su concha con mi lengua, chupaba su clítoris, ella se movía sin decir una palabra, colocando su concha en mi cara para que siguiera con mi tarea. Lame su culo perra, vamos - me ordenaba Javi golpeándome una vez más las nalgas. Ella se acostó en el piso, seguí chupando, recorría toda su entrepierna, desde el clítoris a su ano, todo era jugos y saliva. Mi concha también ...