1. Desflorándome a la cachondisima monja


    Fecha: 10/06/2019, Categorías: Primera Vez Tabú Autor: lujuria69, Fuente: xHamster

    ... masajearle las tetas, ella se resistía y cuando cole mi mano entre sus piernas intento darme una bofetada pero la detuve con un beso en sus labios. La lleve a su recamara dentro los aposentos de la iglesia, ella repetía que era una locura pero también ya estaba caliente, lo note por su humedad que tenía ya en su vagina, ella me dijo que nunca había estado con un hombre y que no sabía ni como se hacía el sexo más yo le dije, “No te preocupes mamacita yo te guio” le subí totalmente su vestido y le abrí sus sexys piernas, estaba muy tensa e inexperta, yo magníficamente excitado comencé a mamar sus piernas y retire su calzón con mi boca, al sentir que no tenia calzón ya de inmediato quiso desertar y se tapo su vagina con la mano mas yo la detuve de nuevo. Le mame su rajita bien bonito hasta el grado que ella dio sus primeros gemidos de placer, le bebía sus flujos muy deliciosamente mientras ella disfrutaba de eso, después no la obligue a mamármela pues sabía que se negaría y tal vez terminaría ahí todo haci que fui al grano, me la saque y de un empujón se la clave sin que se diera cuenta, ella grito de dolor y pataleo pero ...
    ... ya se la había ensartado.Me quede quieto por unos segundos hasta que comencé el bombeo y ella dejo el dolor por el placer, inicie a meterle y sacarle de manera rápida y ella con gritos de placer pronunciaba mi nombre muy seguido hasta que no soporte más y eyacule dentro su vagina. Al sentir mi leche dentro de ella se asusto y medio me empujo, al sacarle mi verga salió rápido de su vagina una mescla viscosa de semen con sangre. Por suerte ahí terminamos pues oímos como llegaron las demás y preguntaron por ella más dijo que estaba ocupada en su habitación, yo me asuste pues como no usamos protección tal vez quedaría embarazada pero como no estaba en sus días no fue haci, al terminar ella estaba muy afligida pues decía haber traicionado a dios y la deje medio llorando entre plegarias. Al día siguiente ella me dejo una carta en la que decía que no podía seguir siendo monja fingiendo ser casta mientras que la verdad es que ya era desvirginada y que se iba del país pues tampoco se atrevía a confesarles a sus padres tal deshonra. Pero a mí me desbordaba la alegría por haberme desflorado de nuevo a otra y esta vez a una monja. 
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