Atendiendo la llamada de Paty
Fecha: 04/06/2019,
Categorías:
Incesto
Infidelidad
Autor: nagash74, Fuente: CuentoRelatos
Paty es una mujer casada de 34 años, es una mujer delgada y de cabello largo color castaño oscuro, sus piernas son torneadas es poseedora de unas bonitas y grandes nalgas. Si cintura es delgada y sus senos son de un tamaño grande que vuelven loco a cualquiera. Algo lindo de Paty es su mirada que la conserva como una linda niña tierna pero atrás de ella hay una fiera que quiere ser calmada con grandes dosis de sexo. Paty por lo regular anda vestida de jeans resaltando sus nalguitas y de blusas de tirantes que hacen resaltar sus lindos y grandes senos. Normalmente usa brasier de encaje y sus tangas son diminutas que no dejan nada a la imaginación. Todo empezó en una comida familiar en la que estaba mi suegra y cuñados con sus respectivas esposas, cuando terminamos nos despedimos de todos, besos y abrazos para todos. Pero al llegar a mi cuñada Paty, nos besamos en las mejillas pero ella giró repentinamente su cabeza y rosamos nuestros labios, Paty me guiñó el ojo y me dijo en voz baja: —No me gustaría morirme sin follarte nuevamente Paquito. Ella sonrió, y se fue en busca de su esposo. Paty vestía una blusa de cuello alto entallada, que permitía ver a la perfección la forma de sus senos, acompañada de unos jeans ajustados a su cadera. Estaba guapísima. El día siguiente por la mañana sonó el teléfono, lo miré y era Paty, me pregunté que desearía? Ella sabía bien que mi suegra y esposa habían ido de compras al DF, contesté rápidamente y me dijo: —Paco? Perdona, me he ...
... equivocado, quería hablar con una amiga y he marcado mal. —No te preocupes, nos pasa a todo mundo. 5 minutos después volvió a sonar, era Paty otra vez, lo cogí y con la voz bajita dijo: —Soy yo otra vez… es que antes no me he atrevido, si quieres venir a mi casa ahora estoy sola. Entonces me apresuré a arreglarme y presentarme en su casa, timbre y me abrió, subí la escalera, estaba vestida con una bata de seda color negra que apenas le cubría su cadera, llevaba medias a medio muslo y una lindas zapatillas de tacón muy alto color negras; me hizo pasar y dijo. —Primero quiero aclarar una cosa, no es fácil para mi invitar a un hombre y menos si es esposo de mi cuñada a mi recámara, te deseo, pero eso no implica que me comportaré como una puta. Por lo que yo decidiré que haremos y que no, espero me comprendas. Me agarró de la mano y me llevó a su recámara, allí estaba todo preparado, la cama arreglada y enfrente una silla mecedora, me hizo sentar y ella se subió a la cama sentándose sobre ella mirando hacia mí. Me levanté para quitarme la ropa, pero ella me dijo —No te quites la ropa solo ábrete el cierre. Hice caso, y me senté. Entonces ella se desabrochó la bata y dejó ver su ropa interior, un sostén negro de satín y con fino encaje a juego con una tanga diminuta del mismo color, se sentó en la cama y puso los pies sobre la misma, abriendo las piernas me mostró su vagina cubierta por la braguita minúscula. Mirando su sexo empezó a pasar su dedo sobre la braga acariciándolo por encima y ...