Mi amor platónico es el enorme culo de mi mejor amiga
Fecha: 03/11/2017,
Categorías:
Anal
Grandes Relatos,
Autor: PublioCDEscipio, Fuente: CuentoRelatos
Conozco a Maica desde el instituto. Ella empezó a salir con Alberto, uno de mi clase, el típico chulillo que no aprobaba ni una. Iba de malote, y claro, a las niñas les encantaba. Maica y yo nos conocimos un fin de semana en el que quedamos todos los del grupo. Maica tampoco llamaba mucho la atención; no era muy guapa, estaba como una tabla de planchar y tampoco se podía decir que tuviese muchas luces. Pero había algo que sí que comentábamos todos; tenía un impresionante culo redondo y perfecto. En ese momento no era muy grande, pero en comparación con los de las otras chicas del grupo sí se notaba que tenía un buen tamaño. Tanto ella como Alberto estaban enchochados. Quedaban prácticamente todos los días y cuando estaban con nosotros estaban siempre pegados. Ella iba de santurrona porque sus padres eran muy católicos; la típica que iba a misa, convivencias y esas cosas… La sorpresa fue cuando nuestro colega nos contó que la había desvirgado; que no nos hacíamos una idea del culazo que tenía y que encima le encantaba follar. El resto del grupo no podíamos tener más envidia del cabrón de Alberto, que estaba ya follando mientras que los demás suplicábamos por liarnos con alguna. Y más duro se hacía cuando Maica se ponía leggins y podíamos hacernos una muy buena idea del culazo que tenía, nos poníamos como locos. Siempre con cuidado de que Alberto u otra de las chicas no nos pillase mirando, claro. Empezamos a repetirle un millón de veces, cuando no estaba Alberto, el culazo ...
... que tenía. Esto puede parecer raro, pero es que acabamos teniendo mucha confianza con ella, y cuanta más confianza, más cosas le decíamos y a ella le encantaba. Estuvieron saliendo unos 2 años, creo recordar. Por aquel entonces sabíamos que follaban y que les gustaba, pero tampoco teníamos muchos más datos porque Alberto era del grupo, pero tampoco era muy amigo y ella no iba a venir a contarnos las cosas que hacían. Pero con el tiempo Maica nos contó que él siempre la ponía a cuatro patas, y que a ella le encantaba porque Alberto se ponía cachondísimo follándola desde atrás y dándola azotes en su perfecto culo. Cuando rompieron, Maica siguió saliendo con nosotros, de Alberto pasamos porque seguía siendo un puto chulo y ella nos caía mejor. En el grupo éramos unos 8 chicos y ella, imaginaos a quien iban a parar todas las inquietudes y bromas sexuales. Yo empecé a tener mucha confianza con ella, nos hicimos mejores amigos: de cabeza a la puta friendzone. Ella me contaba todo lo que hacía. Ella ya no se conformaba con liarse con otros tíos, había probado lo que era que la diesen bien a cuatro patas y eso era lo que quería. Encima, cada tío que se tiraba era peor al anterior, normalmente los más tontos de cada casa. Los padres pensaban que su hija, como muchísimo, había follado con Alberto pero que ahora no estaba con nadie. En cambio, se estaba ganando una fama de guarra bastante importante. Siempre vestía con leggins de cuero o normales, o se ponía vaqueros bien ajustados. Los ...