1. CHELO Y SUS PEQUEÑOS AMANTES


    Fecha: 03/06/2019, Categorías: Zoofilia Autor: NEMESY, Fuente: SexoSinTabues

    ... luz, pero me pareció que todo estaba muy bien. Chelo se quitó la bata dejando sus pechos totalmente al descubierto, eran grandes pero estaban pidiendo que se los chupara a gritos. Se sentó en el sillón y levantando sus piernas las puso en los soportes que tiene a los lados, dejando su gran sexo a la vista (y que vista), Tomas rodó la mesa situándola delante de ella y justo a la altura de su sexo, me puso un taburete frente a ella y encendió las luces que apuntaban directamente hacia el coño de su mujer. Desde donde yo estaba, a ras de la mesa, lo que vi, (a ver si lo puedo describir con palabras), era similar a una gran llanura que terminaba en una gran cueva con la entrada de un color rosado muy suave y paredes limpias, salvo en la parte alta que de distinguía algo de vegetación muy bien recortada, (espero que su imaginación sea como la mía), en ese momento su marido, le introducía un aparato en la vagina, le dio unas vueltas a un tornillo y “ábrete Sésamo”, la cueva empezó a abrirse, la luz que entraba, me iba iluminando un lugar amplio, húmedo y muy cálido, cuando el rico sexo quedo totalmente abierta para mí, pude sacar unas magníficas fotos del coño de Chelo que ya jadeaba de placer. A todo esto pensé que en la fiesta faltaba alguien. Como si leyeran mis pensamientos, no tardaron mucho en contestarme. Del fondo de la habitación, Tomás trae una pequeña jaula de la que saca dos ratones blancos. No eran de esos que se ven por las tiendas, estos eran grandotes, podían ...
    ... medir cada uno como unos 14 cm y estaban muy gorditos, tenían puesto un arnés como los que se les ponen a los perros, que los sujetan por el pecho. La luz era buena, el escenario también y los protagonistas estaban preparados y todos mirando para mí. No sabía que iba a pasar (aquí cada día es una aventura distinta), así que dije • ACCIÓN Todos se rieron, yo empecé a disparar y Tomas soltó a uno de los ratones, (aunque seguían sujetos por una larga correa al arnés). El ratón miró a su alrededor como buscando un olor o lugar, en ese momento, Tomás introdujo en la vagina de Chelo algo que no pude identificar, y el ratón, como si también lo viera, se puso en camino con esa dirección. Cuando llegó a la húmeda cueva empezó a entrar, olisqueaba buscando lo que Tomás había puesto dentro del sexo abierto que tenía a su alcance, lo hizo despacio, desconfiado, oliendo a su alrededor, rozando con su nariz las paredes y cavando sus patas para no resbalar con el líquido que ya empezaba a ser más abundante, parecía que estaba entrando en una ratonera. Chelo cuando lo sintió entrando, sus jadeos de placer se hicieron más intensos y prolongados, le dijo a Tomás que fuera quitando el aparato que mantenía su chorreante sexo abierto. Yo acerqué la cámara todo lo que pude y pude sacar fotos del interior de Chelo. La inundación en la cueva ya era importante, ya tenía como un charco que casi tapaba las patitas del ratón, este mordisqueaba un gran trozo de chocolate y tenía parte de su pelaje mojado. ...