Mi media hermana (Última parte)
Fecha: 01/06/2019,
Categorías:
Incesto
Erotismo y Amor
Autor: Spartacus, Fuente: CuentoRelatos
Ya en los últimos meses de nuestra relación y de haber empezado a hundirle todo el grosor y tamaño de mi pene en su culo, probábamos con cosas más fuertes, todo lo que veíamos en las películas porno lo poníamos en práctica, experimentábamos con todo lo que veíamos o imaginábamos. Teníamos toda clase de juguetes para el disfrute de ambos y salíamos también de la rutina de la casa a tener sexo. A veces teníamos un sexo tan salvaje y rudo que nos dábamos cachetadas, rasguños y mordiscos, solíamos decirnos cosas muy fuertes en el acto y hasta escupirnos y humillar al oponente, como si se tratase de dos enemigos que tenían sexo y se descargaban su odio entre sí como a veces teníamos encuentros totalmente eróticos donde nos hacíamos el amor con total dulzura y preparábamos lindas sorpresas uno al otro para ponerle mucho romanticismo a nuestros encuentros Ella terminaría sus estudios y se iría a su ciudad nuevamente a cuidar de su mamá que había enfermado y yo me iría a la capital a trabajar, sabíamos que lo nuestro llegaba a su fin, que la distancia nos pegaría y que a la final no nuestro no podría ser y debíamos buscar cada quien su vida. Para la despedida y que también coincidía con su cumpleaños, fingimos irnos a una excursión a un pueblito montañoso con un clima frío al cual me agradaba mucho ir, alquilamos una cálida cabaña y empezamos a disfrutar con mucha nostalgia de nuestros últimos días. En el pueblo nadie nos conocía aparte era muy lejano de nuestra ciudad, así que ...
andábamos con total libertad tomados de la mano o besándonos en público como nunca pudimos hacerlo. Paseando por esas calles nos habíamos fijado en un bar nudista que estaba en el pueblo, ella me dijo que le daba mucha curiosidad y que quería ir a uno, acordamos ir en la noche. Llegada la noche después de la cena, entramos al bar, yo al inicio estaba incómodo y nervioso porque estos sitios generalmente son para hombres, pero al entrar nos recibieron con un excelente trato por ser pareja y nos dieron una mesa donde podíamos ver todo el local, justo donde se hacían los shows, había una que otra parejita también y grupitos de amigos donde habían chicas, el resto eran puros hombres solos en compañía de las damas que ahí trabajan, me sentí en confianza. Pedimos nuestros respectivos tragos y veíamos los shows, las mujeres que trabajaban ahí eran pura carne de primera, unos cuerpos como sacados de revistas todas muy lindas, incluso habían varios hombres trabajando ahí también para atender a las chicas, le comenté bromeando que ella viera para su lado y yo para el mío. Transcurría la noche y fingí ir un momento al baño, pero en realidad fui a darle una propina a uno de los bailarines a que le diera un show a ella por su cumpleaños, le indiqué cual era y volví junto a ella, el tipo se acercó a nuestra mesa, se subió y comenzó a hacerle su respectivo baile erótico, ella sonreía toda sonrojada y se taba la cara y disfrutaba de aquello mientras yo me reía y la aupaba, el resto de los ...