1. Conociendo al señor Manuel II


    Fecha: 27/05/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Autor: dbeni72, Fuente: xHamster

    Yo aproveché para darme una ducha, y desayunar, mientras mi marido dormía tras toda la noche trabajando, el señor Manuel seguía descansando tras el esfuerzo y desgaste que había tenido en las últimas horas.Estaba preparándome para salir a comprar, cuando se levantó nuestro vecino en pantalón de pijama, entrando en la cocina, y me acerqué para darle dos besos y los buenos días.- Buenos días, María. Hacía tiempo que no me levantaba tan tarde. Lo siento.- No tiene que sentir nada, es normal, ha tendido mucho desgaste.- Le dije con una pícara sonrisa que le sacó los colores.Salió de la cocina para ir al baño, y darse una ducha, mientras yo acababa de cambiar las cosas de un bolso a otro, ya arreglada, y a falta únicamente de ponerme las sandalias.Como el señor Manuel no acababa de ducharse, entré al baño por si necesitaba que le comprara algo. Por acto reflejo se tapó sus partes al verme aparecer.- Bajo a la calle, si necesita algo.- Nada. Muchas gracias, hija.- Pero por qué se tapa, si ya le he visto y tocado eso.- Perdona, lo he hecho sin pensar y porque está tu marido en casa durmiendo.- No se preocupe, le dije susurrando.- Y antes de irme, le aparté su mano, y agachándome le di un beso en la punta de su pene.Cuando llegué a casa, José seguía durmiendo, y el señor Manuel había salido a sus cosas. Así que me cambié de ropa en el baño para no despertar a mi marido, y me fui con mi fresquita camisola a hacer la comida.Poco antes de la hora de comer, llegó el señor Manuel, y ...
    ... mientras estaba en su cuarto cambiándose de ropa, se levantó José para darse una duchita.El señor Manuel entró en la cocina, y se puso a colocar la mesa algo nervioso. Entonces yo aproveché para preguntarle por la obra de su piso, y así poco a poco se fue relajando. En esto apareció José, y se metió en la conversación de la reforma de su casa, y todo pareció perder tensión.La comida fue normal, hablando de cosas banales. Y entre los tres recogimos la cocina para ir a reposar la comida con ese sofocante calor.El señor Manuel se quedó viendo la tele en el salón, y nosotros nos tumbamos en nuestra cama, aunque no vi a José con mucho sueño tras toda la mañana descansando.Al llegar al dormitorio tras lavarnos los dientes, en la penumbra por la poca luz que se colaba por la persiana casi bajada del todo, vi como José se desnudaba del todo y se acercaba a mí. Lentamente metió los dedos entre mi pelo acariciando mi nuca, dándome un cálido y largo beso. Mi cuerpo comenzó a calentarse disfrutando de ese maravilloso momento, y, sin darme cuenta, la otra mano de mi marido había subido la camisola hasta sacarla por mi cabeza con una suavidad que apenas rompió ese beso en el momento, mas que el momento en que salía por mi cabeza la prenda. Mis pechos estaban sensibles, y mis pezones rozaban su piel mientras continuaba besándome.Su mano bajó mi tanga, y se arrodilló para que saliera por mis pies. De rodillas, comenzó a besar mis piernas, y agarrando mis manos, me hizo sentar en la cama, ...
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