Las Profesoras
Fecha: 25/05/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... las dos guarrillas se pusieron delante de mi polla mientras yo remataba la faena estimulándola delante de sus caritas sonrientes y expectantes. Por fin, me corrí; fue la corrida más intensa que jamás hubiera tenido... aún encima me excitaba mucho más viendo las caritas de Marta y Arancha alternándose las mamadas a mi polla para chupar la misma cantidad de lefa. "Eso es compañerismo" pensé. Acabado el polvazo de aquella tarde, Arancha acabó primera de vestirse y salió a buscar tabaco. Quedamos Marta y yo, que sólo habíamos practicado sexo oral. Por lo que, ya casi vestidos, nos dirigimos la mirada y la aguantamos durante 5 segundos. Pasado ese tiempo, se abalanzó sobre mí metiendo su lengua en mi boca. Nos desnudamos violentamente, casi arrancándonos la ropa. Ella me empujó y caí en la cama. Después de darme unas cuantas mamadas para reanimar a mi polla (por cierto, era más fea pero Aranchita tenía razón, era más puta; me comió ella mucho mejor la polla que la tetuda profesora de lengua). Se puso encima de mí e introdujo brutalmente mi verga dura como una piedra en su coño. Empezó a moverse muy rápido. Ahora ya no sólo gemía ella, ahora empezaba a jadear yo también... El polvo fue rápido; el suministro de corrida se me había casi terminado cuando se lo descargué a las dos así que le solté muy poquito esperma en el medio de sus bolas de tamaño medio tirando a pequeño (pero con unos bonitos y firmes pezones); mientras me hacía una cubana. En ese momento me acordé de lo ...
... gilipollas que fui de no hacerlo con Arancha antes; ¡con el pedazo par de melones que tiene!. Al fin, me vestí y procuré no dirigirle la mirada a Marta; mi polla ya estaba desecha de tanto joder, y fijo que esa ninfómana quería más... Cuando iba a salir; llegaba Arancha con el tabaco. Me dio un pitillo y mientras me lo encendía y me tocaba el culo con la otra mano, me dijo con tono sensual: Me fui, ya ni siquiera me despedí de Marta. Procuré que no me vieran por la zona del internado de tías, porque con lo que chillaban las dos putas profesoras se habría enterado todo el mundo... Tuve suerte, ni las de la limpieza me vieron. Mientras salía por la puerta principal, me saludó alguien. Me giré y era Rogelio, el profesor de lengua titular, muy sonriente. Ya no estaría enfermo. Le saludé. Eso significaba que Arancha ya no se quedaría más y me puse de bajón. Efectivamente, al día siguiente la cachondísima y puta profesora ya no estaba. Fui a su habitación, pensando en echarle un polvo a la de Matemáticas ya que mi polla ya estaba completamente repuesta del día anterior; pero ni siquiera Marta estaba. Me vio un vigilante y le pregunté: Supuse que las dos se habrían marchado. Se me vinieron posibilidades a la cabeza: a lo mejor la otra no era profesora, y sería una amiguita o novia de Arancha; o podría ser que era cierto que era profesora de Matemáticas y estaba supliendo a alguien, pero me pareció mucha casualidad que se marcharan las dos a la vez... En fin. Lo que estaba claro es que fue un ...