1. Un desahogo fuera de casa


    Fecha: 24/05/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... había hecho así, ni siquiera Anita con la experiencia que había adquirido en los últimos tiempos con sus amantes.Me cabalgó sobre la cama, empalándose sobre mi verga bien dura y firme. Comenzó a hacer una danza sicalíptica que me volvió realmente loco, hasta que de repente sentí que explotaba y me vaciaba dentro de esa concha caliente y húmeda. Me caí de espaldas apenas ella se salió de mí y vi que se levantaba a buscar un cigarrillo en su cartera. Entonces pude apreciar sus hermosas piernas torneadas mientras se quitaba la minifalda, dejándome ver su firme culo, visión que me hizo endurecer otra vez la pija.Ella se volvió y otra vez pareció adivinar mis pensamientos. Me dijo sonriente:“Me hiciste acabar bien fuerte, flaco…te gustaría hacerme la cola??”Ni siquiera le contesté; le tendí una mano y ella se acercó a la cama. Gateó en cuatro patas y esparció unas gotas de vaselina en la entrada de su estrecho culo. Me pidió que se la metiera despacio, mi verga le parecía bastante gruesa.Me ubiqué detrás de ella y le apoyé la cabeza de mi pija. Fue increíble poder dilatar esa entrada anal tan estrecha. Finalmente se la metí hasta el fondo y con tanta calentura acabé en menos de dos minutos.Nos despedimos en el mismo lugar donde la había encontrado y regresé a casa mucho más relajado. Ya estaba comenzando a amanecer cuando llegué.Me llamó la atención encontrar una botella de whisky y un vaso usado en la mesa del comedor; estaba seguro de que no estaban allí al irme. Presentí lo ...
    ... peor y mientras subía las escaleras me preparé para encontrar una fea sorpresa. Pero no fue así, con las primeras luces del amanecer, pude ver a Anita acostada boca abajo en la cama: suspirando con los ojos cerrados.Pero la imagen no era la misma que recordaba haber dejado unas horas antes.Mi esposa estaba completamente desnuda, pero con sus pies calzados con unos zapatos negros de taco aguja que me excitaban muchísimo. Sus hermosas piernas torneadas estaban cubiertas por medias de nylon oscuro.Las sábanas estaban revueltas y me pareció ver unas manchas que solamente podrían ser de semen. Las manchas estaban bien frescas…Me acerqué todavía más y entonces pude ver que el ano de mi dulce esposa estaba algo dilatado y manchado con un líquido blanquecino. Solamente los vecinos de enfrente podrían haber estado allí durante mi ausencia.Anita todavía con los ojos cerrados me dijo en tono irónico:“Te fuiste a coger con alguna puta por allí, entonces tu mujercita aprovechó también para coger como una verdadera puta… pero no te mentí, mi amor, Nicolás y Facundo se turnaron para romperme el culo solamente, porque mi concha realmente todavía la tengo en llamas y me arde mucho”.Le dije de todo, la insulté como nunca, pero ella no se inmutó ni me respondió. Se limitó a decirme que nuestros vecinos la habían dejado más que satisfecha, con la cola llena de leche y muy cansada; así que yo podía irme a pasar el resto de la mad**gada en el sillón del comedor, para no perturbar su sueño con mi ...