1. ROSITA Y CLARITA PARTE III. PLAYA, SOL, ARENA, AMO


    Fecha: 01/11/2017, Categorías: Anal Sexo Interracial Sexo con Maduras Autor: Angelinno, Fuente: xHamster

    ... que en el fondo de la camioneta Rosita seguía tragándose mi verga con su cucharota, pero no me di cuenta que de tanta pasión se nos olvidó cerrar la ventana, por lo que la muchacha que atendía en el peaje pudo visualizar nuestras siluetas en movimientos apasionados, mas no nos importó que nos vieran haciendo el amor como nunca lo habíamos hecho y lo seguimos haciendo hasta que volvió a lanzar otra montaña de orgasmos que bañaron por completo mi mandarria.Recibida la nueva ola de orgasmos le dije:- Vas a sentir algo frío pero sé que te gustará.- ¿Y que vas a hacer?- Ya lo verás.Aun estando clavada por mi mandarria, agarré un pedazo de hielo no muy grande y se lo pasé por los labios mientras que ella se movía frenéticamente; se lo pasé por las tetas y se alborotó mucho; y bastó para que se lo pasara por su clítoris y su cucharota estando todavía clavada frente a mí. Lo que me soltaba era algo indescriptible: fue tanto lo que acabó esta mujer, que creí por un momento que el Río Orinoco se quedaba loco de la inundación de orgasmos que recibía yo de esta mujer. Cuando no pudo seguir moviéndose por el cansancio, se pegó a mi cuerpo y me abrazó hasta apechugarme tanto que terminé bañado por el sudor de una mujer que sexualmente parecía desahuciada y abandonada.Me asomé por la ventana porque vi muchas luces y me di cuenta que estábamos ya en Caracas porque pasábamos por Fuerte Tiuna. A la altura de Fuerte Tiuna yo aun tenía mucha resistencia e hice que se sentara encima de mí, ...
    ... pero ahora ella me daba la espalda y solo hizo falta que mi cabeza buscara la entrada de la caverna; lo demás entraría solo, y más cuando estaba totalmente mojado de los jugos que soltó Rosita.Ella comenzó a temblar como exorcizada. En segundos consiguió llegar de nuevo. Era algo normal, estando tan caliente. Por el contrario, yo tenía aún resistencia, por lo que aproveché a penetrarla con fuerza. A los pocos segundos, comenzó a gritar de placer cosa que me asustó porque podía despertar a los demás pero me ayudaba la música que estaba a alto volumen, y seguí penetrándola con fuerza, hasta que mi verga ya no podía más. Le dije:- Mami ya voy a llegar.- Vente que te estoy esperando -, me contestó.Rosita me brincaba con mucha fuerza hasta hacerme llegar y pude alojar en el fondo de ella unos cuantos misiles que inundaron por completo su caverna haciendo que se recostara totalmente hacia mí. Una vez recostada, seguía recibiendo mi espeso cargamento.Con su voz entrecortada me preguntó:- ¿Desde hace cuanto tiempo no haces el amor?Le fui muy sincero al confesarle:- No lo hacia desde la gira familiar. Yo estaba con mis pelotas a reventar, y además la última mujer con quien he hecho el amor eres tú. ¿Por qué?- Por nada papito.Me abrazó con fuerza y me besó con mucha pasión.Estuvimos allí abrazados un largo rato, sentada encima de mí con mi mandarria todavía dentro de ella, sintiendo mutuamente nuestros corazones acelerados latir al compás de ese elixir de pasión que acababa de suceder ...
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