La historia de mi primer trío (3)
Fecha: 19/05/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Bisexuales
Autor: Fannyco, Fuente: CuentoRelatos
... ahí, me había emocionado un poco la idea, pero desafortunadamente, al entrar, no había rastro de ella, me encontré con un Ben molesto, y esta vez, parecía real, entré en pánico un momento, se me ocurrió que probablemente Liz ya le había contado todo, y ahora, iba a enfurecerse conmigo, por lo que opté por preguntar por ella para ver si sabía algo, respondió que no había hablado con ella desde la pelea, creo que dejé escapar un pequeño suspiro después de su respuesta, pero él seguía tenso, los músculos de su mandíbula estaban muy marcados, lo que me dejaba ver que estaba haciendo fuerza, en ese momento entendí porque Liz se había echado a llorar cuando él levantó la voz, su actitud era de cuidado. Para calmar un poco la tensión fui a la cocina por un vaso con agua, Ben se limitó a seguirme y no decir una sola palabra, le pregunté qué tal lo llevaba y se acercó un tanto desesperado a la barra, me dijo con molestia que no sabía qué hacer, y cuando pregunté a qué se refería me contó todo, quería volver con Liz porque la extrañaba, ¿y quién no? Esa mujer es endemoniadamente arrebatadora, pero después de mi aparición en el mapa, lo cual admitió haber hecho con algo de despecho y coraje, no sabía de qué manera continuar con ella sin decirle, se me hizo un hueco en el estómago, un vacío que dolía, si Ben le decía una palabra a Liz sobre mí, ella haría lo mismo, y yo estaría perdida. Traté de calmar la situación diciéndole que desde mi posición, cualquier cosa que hiciera me ...
... afectaba, si le decía, yo perdería a mi amiga (y mi recién estrenada amiga con derecho a roce), y si no le decía, Ben estaría perdido, por lo que surgió en mi cabeza una tercera opción, ¿qué tal si él le decía que por despecho, había estado con alguien más, pero que ese alguien más no era yo? Ella no dejaría de hablarme, Ben se tranquilizaría por confesar su crimen y todos estaríamos muy felices, además de que yo podría consolar a Liz, poco a poco sugerí la idea de manera indirecta, y me pareció que eso le había tranquilizado un poco. Hablamos un poco de todo, de Liz, de su trabajo, su familia, y de cómo habían quedado las cosas entre nosotros, y de pronto, su cara de molestia volvió a aparecer, hombre voluble, pensé, pero no le tomé la mínima importancia, para mí había sido maravilloso estar con él, y no cualquiera logra lo que él logró en un fin de semana, su molestia aumentó cuando se lo dije, y no sabía exactamente la razón de su enojo, saqué las llaves de mi bolso en señal de que pasaba a retirarme, moría de hambre, y la combinación de sueño y hambre en mi vida no era bueno para nadie, y sinceramente, comenzaba a estresarme su actitud, le di un beso de despedida en la mejilla y al alejarme apenas un metro me jaló del brazo hacia él, me miró furioso, me apretó con fuerza por la cintura y de cierta manera eso ocasionó cierta atracción sexual en mí, le tenía muy cerca, podía oler su aliento mentolado por los cigarrillos que acostumbraba fumar, su perfume despertaba en mí todo ...