Helena y su futuro yerno - Relatos Eróticos

Helena y su futuro yerno

... decía:“Te voy a romper el culo, suegrita puta, como nunca te lo rompieron en tu vida”Helena le dijo que era parte del trato y que hiciera su mejor esfuerzo, ya que el polvo con su amigo había sido casi instantáneo y la había dejado muy caliente.“Así es como te quiero, bien caliente como una buena perra”, dijo desnudándose.La visión de su verga me hizo temblar. No recordaba que fuera tan gruesa y larga.Se ubicó a espaldas de Helena, entre sus hermosas piernas abiertas y se lubricó la punta de su pija con un gel que había en la mesa de luz. Se inclinó sobre mi amiga para preguntarle si quería coger bien duro, a lo que naturalmente ella respondió que sí; no quería que simplemente le hiciera la cola, sino que le rompiera el culo.Gastón no perdió más tiempo. El alarido de Helena me dio a entender que semejante verga gruesa y bien dura le había entrado en un solo empujón hasta el fondo y que su estrecho culo recibía el embate sin piedad. El pibe se movía reamente muy bien. Por unos momentos Helena dejó de gemir y solamente pudo oírse el crujido de la cama debido al feroz ritmo de los movimientos.Después de bombearla durante más de diez minutos Helena comenzó a sollozar, diciendo que estaba por acabar gracias a esa pija enterrada en su culo. De repente dejó escapar un ...

... alarido prolongado y luego cayó sobre las sábanas. El pibe sonrió al ver que la había hecho gozar y continuó metiendo y sacando, para gritar un par de minutos después y acabar en su propio orgasmo.Luego descansó sobre la espalda de la abatida Helena y muy despacio se retiró de ella, encerrándose en el baño. Al salir le prometió a mi amiga que iba a destruir las copias de las filmaciones anteriores y que si ella necesitaba coger en el futuro, él siempre estaría disponible para sacarle las ganas y la calentura.“ A mi Sofía también la estás cogiendo así??” le espetó con bronca.“Te juro que ella todavía es virgen, por eso me gusta cogerme a la mamita”.“Vas a tener que inventar alguna buena excusa para no verla nunca más, te quiero a mi disposición cada vez que sienta ganas de echar un buen polvo”, dijo Helena.Luego se vistió en el salón, donde sus ropas habían quedado tiradas entre los demás mocosos que estaban despatarrados en un estado calamitoso y se dirigió a la salida sin saludar.Fui a su encuentro, notando que caminaba despacio y con cierta dificultad.“Gracias Anita; me destrozó el culo ese pendejo hijo de puta, pero me encantó...”Conduje en silencio hasta su casa, pensando que la próxima vez no sería mala idea compartir con mi amiga una fiesta de despedida de soltero…