Cerrando el círculo
Fecha: 11/05/2019,
Categorías:
Masturbación
Sexo en Grupo
Sexo Interracial
Autor: EvaManiac, Fuente: xHamster
... se lo tomó en broma al verme tan seria.“Sí, soy lo que quieras, pero mira mi dedo, nena”.Mónica se había mojado considerablemente. Nunca antes la había tocado así. De hecho, nuestras bromas sexuales mutuas jamás fueron más allá de las típicas tonterías, pero también habíamos hablado varias veces de no descartar algún día una experiencia sexual en serio. Sin duda, nos gustábamos más allá de una simple amistad. Y el morbo de comerme su coño bien mojado aún permanecía en mi lista de “cosas pendientes”. Mónica era, realmente, una ninfa estupenda. Y mejor persona.“Claro que estoy mojada, tía. Me has estado contando con detalles tus rollitos con ese moro y, ¿crees que soy de piedra? Vete a la mierda”.“Pues hoy a las 7 he quedado con él, y tú vas a ser su sorpresa”.“Dios, espero que sepas lo que haces, Eva”, concluyó perversamente preocupada.“Veo (y huelo) que te has puesto súper cachonda. Moni, ¿quieres que te meriende toda la chona?”, repliqué con mi semblante todavía muy serio.“Que te pires, so guarra”.Ambas explotamos a la vez en sendas carcajadas. Fue una conversación muy divertida que, tras el desasosiego, nos permitió centrarnos en lo que se nos venía encima dentro de 7 horas. Aún había un detalle que no le había contado a Mónica, el que se refería al segundo punto de las incógnitas: “qué sorpresa podría encontrarme en ese apartamento el día de la cita”. Porque seguro que la habría. Y eso me calentaba más que nada. Lo que no sabía, y en parte me preocupaba, es cómo iba a ...
... reaccionar ella.Me dirigí a su armario ropero y le escogí un vestido gris rural con estampado floral monocromático, de una sola pieza, muy sexy y juvenil, que llegaba a las rodillas y se aguantaba sobre sus hombros con dos tiras gruesas abotonadas al frente. Seleccioné en uno sus cajones unas medias negras transparentes que acababan en la parte más superior del muslo y se aguantaban con una goma a presión. Escogí unos zapatos negros de charol sin tacones, también muy lozanos y, como colofón final rebusqué unas braguitas bien provocativas que fui incapaz de encontrar. Joder, solo habían bragas de algodón blanco como las que llevaba yo cuando tenía 15 años, por Dios.“Nena, ¿no tienes ropa interior sugerente, de seda y encaje... de putón, vamos”.“Ja ja ja... qué va. Total, para lo que me servirían... prefiero ir cómoda, la verdad”.“Pero puedes ir cómoda y sentirte sexy a la vez, cariño”, le espeté levantando mi falda y enseñándole las mías.“Tú tienes pasta para esas frivolidades, Eva. Yo estoy en el paro desde hace más de 2 años”.“¡Qué tontería!”, dejé ir mientras seguía rebuscando en sus cajones.Se me ocurrió quitarme las mías, les eché un vistazo para asegurarme de que estaban presentables y se las di.“Toma, usa estas. Están limpias de esta mañana. Ya me las devolverás. Y espero que estén muy sucias cuando lo hagas, ja ja ja”.Se quitó las que llevaba y se puso las mías. Yo escogí unas de algodón blanco, de aquellas que estaban en su cajón. Efectivamente, eran muy cómodas pero ...