Se que eres gay
Fecha: 02/05/2019,
Categorías:
Anal
Gays
Primera Vez
Autor: john_kelly, Fuente: xHamster
Sé que eres gay Me llamo Rai tengo 28 años y esto ocurrió cuando tenía 19. Yo era un chaval tímido, medía 1'80 y pesaba unos 75 Kgs., desde hacía tiempo sabía que mi pasión eran los hombres, pero hombres tipo "machomen", es decir, fuertotes, nada delgaduchos y con mucho vello. José Antonio tenía en aquél entonces 20 años, medía sobre 1,86 y era fuerte como el que más, pero no con músculos fibrados, sino fuerte porque sí. Además, estaba muy bien desarrollado para su edad. Yo en la playa había tenido la ocasión de verle en bañador y la verdad es que me moría por su cuerpo enteramente recubierto de vello. Es moreno, siempre lleva barba de dos o tres días, lo que lo hace muy atractivo. El único problema es que era el que llevaba más tiempo con la novia en nuestra pandilla, además era el típico chulito machista, en definitiva todo un hombre. Una tarde habíamos quedado toda la pandilla pero nadie apareció excepto nosotros, por lo que decidimos irnos a mi casa a merendar y jugar un rato al videojuego. Mientras merendábamos pusimos la tele, y a eso que salió una película con escenas de cama, pero nada porno, casi no se vio nada, el caso es que empezó a decirme que con su novia no conseguía nada, que era la típica que pensaba que debía llegar virgen al matrimonio. Empezó a comentarme sus fantasías y empecé a ver como un hermoso bulto iba apareciendo en su entrepierna. Yo intentaba disimular, pero iba creciendo sin cesar. De pronto me dijo: -Rai, somos amigos desde pequeños y me he ...
... dado cuenta de que te van los tíos, he notado como me miras, así que te propongo pasar una tarde de diversión, así yo me quito el calentón y tu haces realidad tu sueño. Yo me quedé de piedra, le dije que no, que a mí me iban las tías, pero entonces él empezó a manosearse el paquete, y mi excitación iba aumentando. Me dijo: Vamos, no te lo pienses más, agachate y libérala. Entonces accedí y como un loco me arrodillé y liberé aquel trozo de carne que tanto había ansiado poseer. Cuando bajé la cremallera y el calzoncillo, salió disparada aquella hermosa pieza que debía medir unos 22 cms. Mamé y mamé, pero me dijo que no se quería correr tan pronto, así, que dejé descansar para que se le bajara un poco los ánimos, aproveché entonces para lamer cada centímetro de su cuerpo que tan estudiado tenía. Empecé por la boca, su lengua se enlazó con la mía, y así estuvimos un buen rato, luego empecé a bajar, le arranqué la camisa y vi su pecho peludo, mamé sus tetillas, que con el roce de mi lengua se habían puesto tiesas, luego seguí el cordón de pelos que llevaba justamente hasta su ombligo, allí me quedé un buen rato, para después volver a subir y levantarle los brazos, ante mí había unas axilas pobladas del más negro pelo, las cuales lamí sin cesar. Le quité las zapatillas, los calcetines, y empecé a mamar los dedos de los pies, tenía unos pies enormes (calzaba un 48), luego subí por sus piernas, grandes y peludas, hasta que de nuevo llegué a su polla, no sin antes detenerme en sus ...