Cálida bienvenida
Fecha: 02/05/2019,
Categorías:
Incesto
Sexo en Grupo
Autor: Maxim Arriola, Fuente: CuentoRelatos
... había tenido sexo, habían terminado metiéndosela por el culo, y ella había gozado de intensos orgasmos, gracias a esto. Las sensaciones que la lengua de Fernando le estaba proporcionando eran deliciosas, y sus dedos masajeando su punto G, le hacían dar tales estremecimientos, que no podía concentrarse en la verga de su marido, pero no veía la hora en que su cuñado, le metiera la verga, por el culo. Alfonso veía a su hermano acariciarle el culo a su mujer, y eso lo excitaba, pero también tenía una sensación extraña al ver como gozaba su mujer, con las caricias de su hermano, pero pensó que eso no tenía sentido, no iba a tener celos a estas alturas, sabía que a su mujer le gustaba el sexo, y las vergas, desde siempre, ella misma le había contado como había disfrutado con su padre y su hermano, desde que tenía uso de razón, y sin embargo siempre desde que se casaron había mantenido una fidelidad hacia él, según le decía muestra de su amor, y si bien es cierto que, para satisfacerla, y porque a él también le causaba mucha excitación, habían compartido sexo con otras parejas, y nunca había sentido celos, porque su mujer gozara de otra verga que no fuera la suya. Sin embargo, ahora sentía renacer sentimientos y temores que quizás venían de mucho antes cuando ambos se tiraban a su hermana, entonces él se sentía raro, y pensaba que su hermana preferiría a su hermano menor, que ya tenía, a pesar de la diferencia de edades una verga tan grande como la suya, y ahora viéndolo con su ...
... mujer, le asaltaban los mismos temores, aunque los rehusara, en forma consciente, no podía dejar de admirar la enorme verga de su hermano, que ahora superaba la suya no solo en tamaño, si no en grosor. Como su hermano estaba metiéndole la lengua al culo, y los dedos a la concha de su mujer, su verga quedaba a su vista, y podía observarla como se bamboleaba pesadamente, dando brincos de vez en cuando, era una verga grande y gorda, vio como a pesar de estar en erección el prepucio cubría la cabeza casi por completo, ante esa vista se sintió más excitado, y se sorprendió de que se sintiera excitado al observar la verga de otro hombre. Trato de dejar de pensar en eso y dijo a su mujer, no lo desatiendas, chúpasela un poco, a lo que Sandra incorporándose cambio de posición mirando de frente ahora a su cuñado, y dándole el culo a su marido. Fernando miro el rostro de Sandra y creyó percibir que esta le lanzaba una mirada, insinuante, y que le había hecho un guiño, y a pesar que ya no podían estar más expuestos, se sintió un poco comprometido, como si estuviera ella siéndole infiel a su hermano, lo que era absurdo, dada la situación. Bajo la vista y se concentró en las formidables tetas de su cuñada, que se había agachado para meterse su verga en la boca, vio cómo se bamboleaban sus tetas, mientras ella jugaba con su verga, subiendo y bajando el prepucio, y lamer la cabeza, de su verga, solo un poco, para volverla a cubrir lentamente con el prepucio, y con un suave mordisco lo estiraba, ...