1. Cálida bienvenida


    Fecha: 02/05/2019, Categorías: Incesto Sexo en Grupo Autor: Maxim Arriola, Fuente: CuentoRelatos

    ... empezara a parar, cuando ella sintió que mi verga se ponía dura, debajo de mi pantalón, empezó como a presionarla con su boca, eso me gusto, y empecé a moverme yo también, presionando mi verga contra su cara, al instante perdí el interés en el tubo de la cortina, y sostuve su cabeza con mis manos, presionándola contra mi verga, como estábamos en el ingreso al pasadizo de servicio, ella avanzo entrando y como estaba haciendo equilibrios conmigo en sus hombros, y como ya estábamos excitados, me llevo hasta donde estaba la lavadora de ropa, y me sentó encima, luego me abrió la bragueta y saco mi verga que ya estaba completamente parada, se la quedo contemplando con los ojos muy abiertos, y me bajo suavemente el prepucio, descubriendo la roja y brillante cabeza de mi pija, la volvió a cubrir , para descubrirla nuevamente, así me pajeo tres o cuatro veces, para después metérsela en la boca y mamármela en una forma deliciosa, yo la sujete de la cabeza para evitar que dejara de hacerlo, hasta que sentí ese cosquilleo, que partiendo de mi verga llegaba a mi cerebro, hasta que ya no pude resistir que me la siguiera chupando, y le dije que parara retirando su cabeza. -Ella seguía acariciándome las piernas, y metiendo su mano entre sus piernas, empezó a pajearse, como yo había estado sentado en la lavadora, y ella parada en el suelo, no había podido tocarla de forma alguna, más que su cara y cabeza, así que cuando la vi acariciándose, salte de la lavadora, y metí mi mano debajo de ...
    ... su falda, y ella cogió mi mano y la guio entre sus piernas hasta su conchita, y empezó a sobársela con mi mano. -Yo empecé a hurgar con mis dedos encontrando una zona húmeda, y allí moví mis dedos hasta que Paula empezó a gemir presionando mi mano, y se estremeció, hasta casi perder el equilibrio y caer al suelo, lo evito apoyándose en la lavadora, hasta que su respiración se normalizo, entonces me arreglo el pantalón, se arregló ella la ropa, y me dijo que saliera del pasadizo yo primero, así lo hice, y me fui a jugar por otro lado. - Así que te tirabas a la muchacha del servicio y yo no sabía nada, dijo Alfonso, ¿cuántas veces lo hiciste con ella? -Busque la oportunidad en los siguientes días, pero no se dio, y al poco tiempo, Rosa la acuso ante mi mamá de haberse robado las cucharas de plata, y dijo que la había visto esconderlas en las cortinas del salón, y como encontraron las cucharas en la cortina, la botaron a pesar que ella juraba que no había robado, ni agarrado nada. -Bueno pero cuéntame ¿cómo fue lo de Rosa? - Cierto, ya me había desviado del tema, el hecho es que las preguntas de Rosa sobre Paula me hicieron sentir incomodo, porque no pensé que alguien supiera lo que habíamos hecho, Paula y yo. -Al final me pregunto si le había metido mi pija a Paula, lo que yo negué con un rotundo nooo, yo sé lo que han hecho, me dijo, y yo le confesé que solo me la había chupado. -Rosa me pregunto si le había visto la conchita, y yo le dije entre avergonzado y divertido, pero ...
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