La reeducación de Areana (25)
Fecha: 30/10/2017,
Categorías:
Dominación
Lesbianas
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... coger por toda mujer que te tenga ganas, ¿oíste? Dije mujer, nada de hombres, ¿entendido?... -Sí, señora… -murmuró la esclavita en medio de un estremecimiento ante el giro que su Ama acababa de imprimirle a su situación. Su Ama la quería un mero objeto sexual para el goce de toda mujer que la deseara sin que ella tuviera siquiera la posibilidad de sentir culpa. Su Ama acababa de convertirla en una mera cosa y esa certeza la conmovió con una mezcla de angustia y morbo al sentir que le hacía dar un paso más en su degradación, en su sometimiento sin apelación posible. -Y lo mismo vale para la puta de tu mami. Ahora pasame con Milena. –y la niña le extendió el tubo del teléfono a la asistente sin poder hablar, por el nudo que le oprimía la garganta. -Señora… -saludó Milena. -Hacé que la putita te cuente lo que le dije y después que ella misma se lo cuente a la mamá. –Dijo Amalia e inmediatamente continuó: -Sabés que Elena está en Europa. -Sí, señora, usted me lo había dicho… -Bueno, vuelve la semana que viene y está muy ansiosa por ponerse al día con las dos perras. Quiere algo grande, me dijo. Escuchá lo que se me ocurrió y empezá a moverte. –y en el rostro de la asistente se fue ...
... dibujando una sonrisa malévola mientras el Ama le contaba su idea y le daba instrucciones. -Pierda cuidado, señora, tendré todo listo para ese día. ¿Será acá o en su casa? -En mi casa. –completó Amalia y ambas cortaron la comunicación. Al día siguiente, mientras Areana esperaba para entrar a la escuela junto a Lucía, Rocío y Guadalupe, tuvo que contarles a las tres lo ocurrido con la Godínez, incluida la amenaza de expulsión. Al término del relato Lucía celebró lo ocurrido con una carcajada y luego dijo dirigiéndose a Areana: -Date por echada, pendeja… -y al oìrla, Rocío y Guadalupe comenzaron a reír mientras Areana suplicaba al borde las lágrimas, claro que inútilmente: -No, por favor, señorita Lucía… Por favor se lo pido, no me haga eso… Lucía le contestó mientras la empujándola hacia la puerta: -Sabés que tengo la autorización de la señora Amalia para hacerte lo que se me antoje acá, en la escuela, así que no pierdas tiempo con ruegos ni llantitos, ¡y caminá, vamos, movete! -La van a echaar, la van a echaar, la van echaar… -canturreaban divertidas Rocío y Guadalupe en tanto las cuatro se dirigían al patio a la espera del timbre que indicaba el ingreso a las aulas. (continuará)