El novio de mi madre me rompió el culo
Fecha: 26/04/2019,
Categorías:
Incesto
Anal
Autor: MariaDream, Fuente: CuentoRelatos
... bragas, o por qué no, de ver mi coño húmedo si es que no llevaba nada puesto. No pude evitarlo, y devolviendo la descortesía, dirigí mi mirada hacia su entrepierna, notando como su pene se encontraba algo erecto. Esto me excitó, y no pude evitar sentir la necesidad de al llegar a casa, y ante la prevista falta de clientes, darme placer propio haciéndome un buen dedo que me consolase. Pero la cosa no quedó aquí, y poco a poco se produjo un intercambio de señales que nos indicaban que ambos estábamos deseando de echar un buen polvo. La cosa fue evolucionando, y finalmente, tuvo el final inevitable que ya imagináis. A espaldas de mi madre, ambos quedamos, ya habiéndonos puesto de acuerdo en mantener relaciones sexuales, por lo que la cosa fue muy directa. Le di la dirección de mi casa, y el vino a recogerme a mi casa, tras lo cual, me invitó a cenar en un restaurante de las afueras de la ciudad. Yo llevaba un vestido verde oscuro, algo ajustado, y medias finas negras, de manera similar a como suelo vestirme cuando tengo alguna cita con un cliente. Durante el camino al restaurante, y dentro del coche, las sonrisas, miradas y piropos se intercambiaban, pero no llegaron más allá de sus caricias en mi rodilla cada vez que parábamos en un semáforo. Cenamos y bebimos vino, y tras más de dos horas rozando nuestras piernas bajo la mesa, llegó el momento de dirigirnos hasta el apartamento que había alquilado para nuestro encuentro. El coche se encontraba en el parking subterráneo del ...
... centro comercial en el que nos encontrábamos. Dentro, comenzamos a besarnos. El comenzó a acariciar mi dorso, y lentamente introdujo la mano dentro de mi escote, comenzando a acariciar mi pecho, lo que rápidamente hizo que mis pezones se endurecieran, todo ello a la vez que nos fundíamos en un besos. Él tenía barba, y sentía el roce de su cara como mi suave piel, a la vez que con ímpetu lamía mis labios dejando su baba en ellos. De golpe me echó hacia atrás, y recogió mi pelo dejándolo detrás de mi espalda. Con una mano arrancó el coche, y con la otra, llevándola hasta su bragueta, abrió su pantalón, sacando de él su pene ya erecto. No hizo falta que dijera ni una sola palabra, y mientras el conducía, yo mojada como una perra, me incliné hacia él, tomando con mi mano su grueso pene, y comenzando a mamársela. Debía de parar de vez en cuando, ya que él me avisaba de que estaba cercano a correrse, pero permanecimos así durante todo el trayecto, disfrutando é de mi lengua y yo del sabor de su polla recorrer mi garganta mientras que fuertemente le pajeaba. Llegamos al hotel y estacionó su coche. Yo le ayudé a abrochar su pantalón y guardar su polla, ya que estaba algo alterado y le costaba trabajo. Salió a abrir la puerta de mi coche, y cogiéndome por la cintura me condujo hasta el interior del hotel, llegando hasta la habitación que habíamos reservado tras hacer los trámites pertinentes en recepción. El cerró la puerta, y yo rápidamente me coloqué de rodilla esperando tu pena. Él ...