La sub-directora (1)
Fecha: 24/04/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Sexo Oral
Autor: Storyteller98, Fuente: CuentoRelatos
La sub-directora Carmen, se encarga de mantener a los estudiantes al tanto de sus calificaciones, una vez se acerca el final del semestre, todos son llamados a su oficina, para que observen por sí mismos su desempeño. Carmen se toma muy en serio su trabajo, es por esto que es respetada, pero a la vez querida por todos sus estudiantes, y ella los cuida como si fuesen sus hijos. Nunca llegó a casarse o a tener un hijo propio, sin embargo esto no la detuvo, y continuó con su vida de la mejor forma posible, ayudando a educar a la juventud. No obstante, debía admitir que de vez en cuando tenía sus aventuras por ahí, pues al fin y al cabo es una mujer con necesidades, aun teniendo 57 años de edad, al menos necesitaba una buena verga, 3 o 4 veces por semana. La verdad es que con 1 vez por semana se conformaba, pero hasta eso era difícil, ya que según ella los hombres se hacían cada vez más los difíciles. Sabía que su cuerpo no era una escultura, pero para una simple sesión de sexo, tampoco había que ser tan exigente. Su rostro era agradable, con varias arrugas ya por la edad, sus oscuros ojos, nariz achatada y finos labios, la hacían lucir un poco apacible. Sus caderas eran un poco anchas y en su abdomen ya se formaban 2 llantitas, sus piernas no eran muy gruesas, y su trasero no muy grande, era más bien ancho, lo que más resaltaba de su físico eran sus enormes tetas, que al parecer no habían sentido el paso del tiempo, estaban casi en el mismo lugar dónde se supone que deben estar. ...
Acompañadas de una chaqueta fucsia y un top negro bajo esta, le hacían un tremendo escote, bastante apetecible, pero no era la escuela, el lugar donde quería lucir sus tetas. Esa mañana llamó a Ramón, un estudiante de último año a su oficina, el muchacho, era el primero de su sección que no se llevaría un regaño, pues a diferencia de sus compañeros no había descuidado en nada sus estudios. Ramón era un joven de 18 años, el último de su clase en cumplirlos, solía mantenerse a distancia de los otros, muchos lo llamarían el típico nerd, era delgado, media 1,75m, de tez blanca, aunque su rostro era muy simpático, sus ojos verdes y mejillas rosadas le daban la ventaja, en cuanto a lindura se trataba. Siempre estaba leyendo un libro y haciendo preguntas a los profesores. Al sentir un suave toque sobre la puerta de su oficina, supo que era Ramón el que llamaba, pues ningún otro sería tan cortés. - Adelante - dijo ella-. - Buenos días, sub-directora Carmen. - Buenos días Ramón. Ramón era muy detallista, al entrar, inspeccionó rápidamente cada parte de la oficina, era ciertamente pequeña, pero acogedora, sus paredes eran de color verde claro, hacía un poco de frío dentro de ella, también observó que había un pequeño refrigerador allí, un mueble de color marrón, y el gran escritorio de Carmen, con una silla para ella y otra para su invitado. Ramón le sonrió dulcemente a Carmen, la verdad es que la apreciaba bastante y a veces disfrutaban de cortas charlas juntos. - Como sabes, solo te ...