Mi esposa y yo cumplida nuestra fantasia - Relatos Eróticos

Mi esposa y yo cumplida nuestra fantasia

... siquiera le había metido la mitad de su polla y Ale soltó otro orgasmo. Ni siquiera se estaba moviendo, únicamente se la deslisba lentamente! Entonces no aguante y me subí a la mesa y se la metí a Catalina en el culo. Que delicia sentir a otra mujer. Tenía 5 años de no tener otra y menos por el culo ya que nunca había tenido esa experiencia. Cuando me sintió gozó. David hizo cara de satisfacción. Parecía que les estaba cumpliendo su fantasía. Comencé a bombear fuerte y Ale con su mano la sacó del culo y la introdujo en la concha de Catalina. Que placer! Sentir que la mano de tu mujer guía tu polla para meterla en otra concha! Catalina se hizo a un lado y pude ver que David llevaba ahora un poco más de la mitad. Ale estaba como ida. Coloque a Catalina en la misma posición que estaba Ale, una al lado de la otra. Lo hice a propósito para poder ver bien como se la metía David a mi mujer. Yo bombeaba con fuerza. Con mi polla dentro de Catalina vi y sentí como Ale pajeaba el capullo de Catalina. Entonces extendí mi mano para pajear a Ale. Como le hacía falta casi la mitad cabía mi mano y miraba esa conchita bien abietrta. Ale deliró y empujé a David para que se la metiera más. Se podía ver como chorreaba su jugo hasta su culito. Ya no aguanté más y aumenté mi ritmo. Tomé a Catalina por la cintura y embestí con una velocidad vertiginosa. Eso debió calentar a David que empezó su propia embestida en mi mujer. Vi como no entraba completa. Debió quedar unas 2 pulgadas de fuera ya que ...

... con el golpe no se hundía y Ale gemía de placer y tenía orgasmo tras orgasmo. No sabía que mi mujer fuera multiorgásmica!! Eso me puso a mil y sentí que venía. En eso realicé que no tenía protección y la saqué. Catalina me la agarró y la pajeó en sus tetas. "Dámela, quiero mas" de dijo. Y de verdad que acabé como nunca había acabado. Al oír eso David le dijo a Ale "yo también me voy". Levantó a Ale con un brazo y ella se agarró de sus hombros. Con una mano la sostenía de la cintura y con la otra le apretaba las tetas. En eso veo que de su concha gotean líquidos. Pensé que era David acabando chorros de leche, pero no, eran de Ale. Sentí alivio, porque eso no estaba en mis planes. David la movía como nunca lo había hecho yo antes. En eso Ale le dice "quiero sentir tu leche". "No. Sacala" le dije. Muy tarde, vi como la leche de David salía de los labios estirados de mi esposa junto con más jugo de ella. Su orgasmo duró una eternidad. La puso sobre la mesa y se la sacó. Estaba semi-desmayada. Podía ver su interior! Su conchita bien abierta llena de semen y jugos vaginales. Sus labios hinchadísimos, rojos y un poco sangrados y palpitando. Su capullo grande como nunca lo había visto. Entonces Catalina y David corrieron a lamerle su concha, así dilatada y se la comieron. Estuvieron en eso durante unos dos minutos. Se besaban y lamían. Al fin Ale regreso en sí. Lo primero que dijo es "ahora quiero a los dos dentro de mi". Mi cabeza daba vueltas. No podía creer lo que había pasado. Que ...