Experiencias reconfortantes
Fecha: 15/04/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... verga, cuando llego al mulato se puso de pie se dio la vuelta y apartándose el tango con su mano se puso encima de él abriendo mucho las piernas, el mulato cogió su polla con la mano y la puso en la entrada del chocho de mi mujer, que en ese momento ya estaba totalmente humedecido. Ella se fue sentando muy despacio, hasta que se metió la polla entera, movía el culo en círculos y con las manos le masajeaba los huevos sin hacerle daño, poco a poco fue aumentando el ritmo de sus culadas, el mulato gritaba de placer mientras sus amigos seguían meneándosela, uno de ellos se levanto cogió la cabeza de mi mujer y la empuja hacia su verga que estaba a punto de estallar, ella se la comió entera, el mulato se levanto con la polla metida dentro de ella, la escena la verdad es que era de lo mas excitante, mi mujer a cuatro patas chupandosela a uno, el mulato bombeándola por detrás sin parar, y el otro hombre meneándosela como un poseso. En esos momentos me percate que tenia mi polla en la mano y me estaba masturbando. El mulato no aguanto más, saco la polla del chocho de mi mujer, y un chorro de leche caliente la empapó el culo y la espalda. El que estaba meneándosela se fue con rapidez hacia ella y sin dudarlo le hundió la polla en el ...
... ano, después de bombearla cuatro o cinco veces soltó un suspiro de placer y se corrió dentro de ella, nunca lo había oído pero Gema dejo de churpar y grito como una loca mientras se apretaba las tetas, siempre lo hacia cuando se corría, y ahora se estaba corriendo como nunca, agarro la polla con su mano y empezó a meneársela al único que todavía no se había corrido, no tardo mucho, otro chorro de leche la estallo en la cara, pero mi mujer no se inmuto, al revés cuando termino de correrse se la metió en la boca y con la lengua se la limpió no dejando ni una sola gota de leche en su polla. Mientras miraba a mi mujer follando con otros no deje de meneármela, de pronto sentí un calor en mi glandes y a continuación una gran cantidad de leche salió de mi polla empapando la pared de la choza, nunca había tenido un orgasmo tan grande, fue impresionante. No se el tiempo que transcurriría desde que mi mujer entro en la cabaña, lo cierto es que el sol ya empezaba a mostrar sus primeros rayos, antes de que nadie me viera me fui sin hacer ruido, me metí en la cama y espere. Al poco tiempo llegó ella, se metió en la cama y se durmió. Nunca se lo he contado, prefiero recordarlo como una fantasía, pero no me importaría volver a repetirla.