AVENTURA 3, DEBILIDAD, Andrés - Relatos Eróticos

AVENTURA 3, DEBILIDAD, Andrés

... que quisiera por su nuevo "pecado". La recibí con un beso ardiente, apreté su cuerpo sintiendo sus tetas y con mis manos acaricié su culo "-Ay Andrés, no me calientes todavía, estoy de verdad ardiendo, me dijiste que te gusta mi culo y te lo voy a entregar esta noche, déjame contarte un poco, sírveme vino, tú sabes que me excito con una copa-". Con todo ésto ya tenía mi verga dura y mientras bebíamos pensaba en el placer que me brindaba Patricia, luego comenzó con su historia: "-Pasaron algunos días desde nuestro primer encuentro, Richard no había aparecido en el restaurante de la Universidad de modo que cuando hoy llegó de nuevo me dio una alegría inmensa, recordé de inmediato los momentos de pasión que tuvimos, cuando en el auto me comí su verga grande y dura y después me la metió llenando entera mi vagina mojada. Me dejó caliente, con ganas de seguir mamándola y metiéndomela además de su manera de gozarme los senos y mis pezoncitos que me los chupaba tan rico, me pasaba su lengua experta endureciéndolos y mordiendolos, ay, amorcito ya estoy caliente otra vez mientras te cuento, mejor sigo. Le hice señas a Richard y lo recibí con un beso largo y ardiente, que supiera que me gustaba y que su miembro me volvía loca, que quería más y más, Conversamos sobre mi promesa de traerlo a casa para gozarlo bien como se debe y que tú nos mirarías mientras él me hacía el amor. Aceptó y besó mis labios con pasión, retrocedí en el tiempo y me sentí igual que en primera cita, me dí cuenta ...

... que estaba ardiendo por meterme su pedazo rico y la tentación no se hizo esperar, él sintió lo mismo, me preguntó si podíamos ir a un motel, dije que sí con voz nerviosa, me tomó la mano y la puso en su pantalón, sentí el miembro vibrante y duro, me produjo una calentura inmensa, suspiré: -Oh, Richard, que grande está tu verga, me la quiero comer, no importa que llegue tarde a casa, vamos de inmediato a un motel que estoy ardiendo por comerte entero!- Salimos, abrazados, en el auto le liberé su miembro, lo acaricié, tenía unas gotas de sémen en la punta y estaba parado total, qué rico cómo me calentaba con él, le pasé la lengua al miembro duro y se lo besé, luego se lo comencé a mamar mientras él conducía. Patricia contaba su nueva aventura con Richard. bebíamos una copa de vino, sentada en el sillón se notaba muy ardiente cuando mostraba su cuerpo, la túnica estaba abierta, sus senos estaban libres, quería caricias, la besé tomando sus tetas, apretando sus pezones mientras se movía pensando en Richard y su pedazo. "-Oh mi amorcito, cómeme entera que estoy caliente, Richard me volvió loca! -me dijo- y luego continuó su relato: "-Me dió un poco de mala conciencia mientras lo mamaba en el auto, debería haber esperado hasta la cita en casa contigo, pero la tentación fué muy fuerte, no me pude contener, tú sabes lo caliente que soy, Iba al motel sin pensar nada más que en su miembro enorme y rico, estaba loca por tenerlo dentro de mí, Oh, Richard -le dije- me has llenado la vagina ...