Follando a la zorra de Isabel
Fecha: 08/04/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... empecé a fijarme mas en ella. Es alta,1,70 cm mas o menos, 64 kg, lleva el pelo teñido de color caoba, tiene unos pechos muy prominentes, y unos labios muy sensuales El tiempo pasaba y todas las noches nos sentábamos frente a la chimenea para charlar de nuestras cosas, temas de trabajo y de vez en cuando algunas intimidades poco profundas, procurando siempre que no hubiese nadie a nuestro alrededor. Poco a poco, en las conversaciones surgió el tema de que realmente no era muy feliz en su matrimonio y que creía que acabarían mal, pues no hacían vida conyugal a menudo, y eso no era normal. Los días, pasaban y la confianza iba en aumento, hasta tal punto que subía ha hacerme la cama sin tocar a la puerta o a subirme la cena. Esto me dio pie para simular una situación. Deje la puerta del Baño medio abierta, la música bien alta, para cuando ella llegase hacerla creer que no la había escuchado. Procuré estar desnudo y dentro de la ducha. Pasaron los minutos y a través del espejo de cuarto de baño, puede darme cuenta que la puerta comenzaba a abrirse, era ella, dejó la bandeja de la comida y pude observar como me miraba disimuladamente. Pasaban los minutos y permanecía ,allí, mirando y poco a poco puede observar como empezaba a tocarse los pechos. Realmente me excitaba la situación y empecé a tocar mi pene, para crear una situación mas provocadora. Seguía a mi ritmo y empecé a masturbarme cada vez mas frenéticamente, hasta que salió de mi todo el semen que tenía acumulado de días. ...
... Ella sin darse cuenta cayo al suelo un vaso, consiguió con ello que dirigiese mi mirada hacia la habitación y la miré, ella se sintió cortada y salió corriendo, dando un portazo. Pasaron los días y su vergüenza por lo sucedido fue desapareciendo, hasta tal punto,que empezó a decirme que si su marido la tenia muy pequeña, que no le daba todo lo que necesitaba. Le comente que yo tenia un buen aparato y dejaba satisfechas a todas con las que había estado, fue cuando me dijo, que aquel día, la puse a cien y no dejaba de pensar e mi pene. Esa misma noche, no podía pegar ojo, por lo que decidí jugármela y actuar. Salí de mi habitación solamente con mis boxer y procurando no hacer ruido. Su habitación se encuentra al final del pasillo. La puerta del aseo a la izquierda, a la derecha está el salón. Entré muy sigilosamente y pude comprobar que se encontraba en su dormitorio, cambiándose de ropa. Pude observa toda su espalda y todo su culito respingón. Se ponía un diminuto tanguita de color rojo, se colocó una pequeña minifalda y un diminuto top.Mientras esto sucedía mis deseos iban creciendo, mis ganas por poseerla y hacerla mía, hacerla mi hembra. Me fui hacia ella, empecé a despojarle de su ropa, me pedía que no lo hiciera, pero mi deseo era mayor que mi voluntad, le subí la falda y le rompí el tanguita dejando al aire todo su peludo coño, Me excitaba ver como me pedía que la dejara, introduje uno de mis dedos dentro de su coñito, moviéndolo en un fuerte balanceo, motivo que la hizo ...