Fantasías de una esposa
Fecha: 07/04/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Dangerous wife, Fuente: CuentoRelatos
Jamás creí, aun cuando lo imaginé muchas veces, que finalmente llegaría a realizar la mejor de mis fantasías. Por años soñé y añoré un acercamiento íntimo con mi vecino. Debo de aclarar que soy una mujer en extremo caliente pero casada, para mi fortuna, mi marido es igual de caliente que yo y siempre hemos tenido muchas comunicación, así que un día hartos de solo platicar nuestras fantasías decidimos ir más allá e hicimos un trato, cada cual lucharía por tener a la persona que deseaba sin decirnos su identidad, así que nos dimos valor uno al otro y fuimos por ellos, Javier (así lo voy a llamar) siempre fue una persona muy seria e inspiraba en mi mucho respeto, debido a eso, íntimamente soñaba que yo le haría olvidar su seriedad y por supuesto él lo que menos quería de mi seria respeto. ¿Que cual es mi fantasía? Bueno, para empezar; estar con él, hacerlo perder el control, convencerlo de hacer cosas que tal vez jamás haría, pero la mejor de todas… Estar con él y mi marido juntos; ser amada por ambos. Una vez decidida a lograrlo, puse en ello todo mi empeño, para mi fortuna y deleite a Javier yo no le era indiferente, así que decidí olvidar mis inseguridades y se lo dije e increíblemente aceptó. Después de un tiempo de salir juntos le pregunté por sus fantasías, a lo cual contestó que deseaba penetrarme por el ano. Anteriormente él ya lo había intentado y yo no lo había permitido púes hacerlo de esa forma no era de mi agrado, pero por tratarse de su fantasía le dije que si él ...
... realizaba la mía yo realizaría la suya, él acepto; así que sin perder tiempo le comuniqué a mi marido que todo estaba listo. Los invité a ambos a un hotel sin decir a mi marido de quien se trataba pues pretendía que fuera sorpresa, y lo fue aun cuando él ya lo sospechaba. Gerardo mi esposo quería verme gozar con otro hombre, así que iniciamos Javier y yo, Gerardo solo miraba. Primero nos besábamos mientras nos acariciábamos, jugando con nuestras lenguas y poco a poco fuimos desvistiéndonos; me gusta tocarlo, sentir su piel contra la mía, el roce de los vellos de su pecho en mis pezones me excita. Siempre consiente de la mirada de Gerardo, observando cada detalle, a él le encanta el sexo oral, así que cuando Javier y yo estuvimos desnudos le pedí que se recostara, seguimos besándonos, acariciándonos y poco a poco fui bajando por su pecho, dando pequeños besos, acaricié sus pezones con mi lengua y seguí bajando, me detuve en su pubis, jugando con sus vellos, besando y recorriendo con mi lengua el derredor de su miembro, sabía que Gerardo miraba y que ya debía esta igual de caliente yo, sabía que no resistiría mirar solamente por mucho tiempo más, así que giré mi cabeza para que él pudiera ver como tomé el pene de Javier con mi boca, lo saboreé con mi lengua, en ese momento Gerardo se levantó y poniéndose detrás mío me penetro de golpe, su pene estaba muy duro, podía sentirlo dentro de mi panocha y decía lo mucho que le excitaba cogerme mientras le mamaba el pene a Javier, yo ...