La apuesta (III): Día de mierda - Final - Relatos Eróticos

La apuesta (III): Día de mierda - Final

Anteriormente un compañero de la secundaria me apuesta poder cogerse a mi recatada novia, para eso se vale de una propuesta laboral como secretaria, pasadas semanas en un día tormentoso y lluvioso, quedan ambos en su oficina, ella con su saco y sin nada de su húmeda ropa que queda secándose en las sillas. Yo puedo ver todo mediante una aplicación de cámaras que me pasa Juan para que vea como va cumpliendo su macabro plan. Termina mi novia abierta de piernas en el escritorio de Juan recibiendo sexo oral de parte de él. Desnuda recibe lo que nunca yo le hice, porque me daba impresión y ella en su recato era esquiva a que le hiciera. La veo retorcerse, arquear la espalda, tomar la cabeza de Juan, decir que no con la cabeza pero si con sus piernas, se tapa la boca evidenciando excitación y goce. En ese momento mi supervisor me pilla y me reta: "que haces viendo pornografía en el trabajo?, inmediatamente a mi oficina" Estuvo sermoneándome durante largos 20 minutos, que no podía creer que viera pornografía y no trabajara, que debía informes de hace semanas, que últimamente no rendía. Termina suspendiéndome, era preferible aceptar que miraba porno y no que estaba siendo cornudo por una estúpida apuesta. Salgo furioso de ahí, pero tenía que ir a rescatar a mi novia, llegaría antes de que consumiese sexo? Iba rápido en medio de la tormenta, en medio del caótico transito choco con un taxista que me cierra, salgo y nos cagamos a trompadas. La policía llega y nos demora, con el taxista ...

... decidimos dejar al lado diferencias para no tener más problemas con la ley, así que acordamos que nadie denunciaría a nadie y solo nos limitaríamos a pasar los datos del seguro. Ya había perdido una hora más. Voy casi resignado a las oficinas del gordo hijo de puta de Juan. Llego y la recepcionista me dice que salieron a una reunión y no sabe si volverían. Salgo hacia mi auto, intento ver desde mi celular pero la pésima conexión nuevamente me indica que solo podría ver los archivos una vez tenga wifi. Llego como puedo a casa, y me pongo a ver los archivos. Me había quedado con la cabeza de Juan entre las piernas de mi novia. Ella gozaba, lo estaba disfrutando. Él se incorpora, y mientras va rodeando el escritorio hacia el otro lado se va deshaciendo de su camisa. Del otro lado lo esperaba la cabeza de mi novia, sus manos toman su cinturón, lo desabrocha y baja el cierre. Juan ayuda para que caiga el pantalón y también su bóxer. Una pija blanca de 20 centímetros cae sobre el rostro angelical de mi novia. Ella lo toma con sus manos y como un racimo de uvas lo dirige hacia su boca. Sus labios con su nuevo labial rojo lo rodean, lo manchan, se le corre el maquillaje, producto de la salivación. Se puede ver su lengua saliendo como para saborear el tronco completo de Juan. Esa pija blanca dejaba en ridículo mis escasos 15 centímetros. En esa posición le entraba a más no poder el falo de Juan, y ella sin chistar lo aceptaba. Mientras el masajeaba sus tiernos pechos de colegiala. En ...