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Que fiestononon
Fecha: 05/03/2019, Categorías: Confesiones Erotismo y Amor Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos
... brasiere aprisionadas entre su mano derecha y su húmeda lengua. A Amanda le fascinan mis senos, no puede evitar mamarmelos en cualquier momentico que puede. Así pues, con Amanda por detrás y Bernardo por delante y cubiertos por la oscuridad mientras yo si podía ver a la gente del patio bajo nosotros, las caricias fueron subiendo de nivel tan deliciosamente que después de dejarme hacer para disfrutar el rato en un momento me sorprendi cuando sin darme cuenta Bernardo se había sacado el miembro y me lo paseaba por mis muslos acercandolo alarmantemente cerca de mi ya acuosa y palpitante cavidad. Me di cuenta que la diferencia de estatura entre Bernardo y yo quedaba nulificaba al estar parados en diferente escalón y que en realidad estaba en una posición idónea para penetrarme si así lo deseaba porque yo ya no estaba en situación de negarme a nada. Estaba siendo cachondeada en delicioso trío bisexual a escasos 4-5 metros de un grupo de chicos y chicas que aunque sólo veían tres siluetas al final de la escalera, era obvio lo que esas tres siluetas estaban haciendo practicamente enfrente de ellos. Después de sentir por un rato el goteante glande de Bernardo sobandose enmedio de mis blancas piernas lo quise tocar para tentear terreno amigo y ver el tipo de misil que se incrustaria en mis carnes en cualquier momento. En realidad, el mástil de Bernardo se antojaba excelso, su dureza y tiesura eran un poema al estatuismo, qué barbaridad, qué buen palo tiene este guey, aunque algo ...
... borracha bien sabía notaba que aunque no lo podía ver esa cosota era lo más grande de todas las que yo ya había sobado, mamado o cogidome en el pasado y abriendo mis piernas lo adecuado sentí el delicioso incrustamiento a una estocada del más hermoso falo jamás conocido por mi. La estocada fue tan perfecta que mi vagina lo absorbió de un solo golpe ocasionandome un paralizante orgasmo que me dobló las piernas ipso facto y me las puso a temblar. Atrás de mi, Amanda amasaba mis tetas a dos manos evitando mi caída escaleras abajo mientras se tragaba toda la saliva que mi boca exhalaba como manantial de aguas pervertidas. Las primeras y suaves culeadas de Bernardo aumentaban exponencialmente la profundidad y dureza de su penetrante serpiente de placer arrancandome un orgasmo tras otro en donde mi vagina bailaba a ritmo de salsa un infinito carnaval de placer. La carne de Bernardo abría y cerraba mi empapada feminidad lubricadamente feliz. Cuando pude pensar por un segundo lo que mis amigos me estaban haciendo en esa escalera voltee a ver mi cuerpo y entre los tenues reflejos de las luces de la fiesta y la oscuridad de ese feliz rincón me noté con las tetas al aire aunque aún con la camisa puesta aunque ya no en su lugar sino abajo incluso de mi cintura. Amanda me veía fascinada, radiante con la boca totalmente abierta y su lengua de fuera lamiendo como animal salvaje la totalidad de mis tetas. En ese preciso instante mi acuosa y dilatada vagina percibió que la tiesura de Bernardo ...