La entrevista mas sensual
Fecha: 25/02/2019,
Categorías:
Lesbianas
Erotismo y Amor
Autor: Eroslifewoman, Fuente: CuentoRelatos
... corazón latía sin parar. Notaba como se incendiaba su sexo. Ella se acercó a la mesa. – Buenas tardes, (solo acertó a decir)… Siéntate por favor. La entrevista sucedió sin problemas. Era la candidata perfecta. Su voz profunda, su carácter temperamental respondiendo sus preguntas con otras. Gina no podía dejar de perderse en sus ojos negros, se hundía en su oscuridad y se dejaba poseer por sus sentimientos. De seguida conectaron, aunque no se lo dijeron se deseaban. Así que a los 35 minutos Julia estaba ya contratada. Cogió el casco de su moto y se marchó dejando un aroma a madera y limón en la oficina. Gina, también hizo lo propio. Cogió su bolso y cerró la oficina para ir al parking. Su C4 le esperaba para llevarla a casa. En casa, se preparó un té frio, algo que le ayudara a bajar la temperatura que aún su cuerpo conservaba. Dio de comer al arrugáo y se puso cómoda, es decir, ducha y bata. ¡¡DING DONG!! (el timbre sonó) Gina con el vaso de té en la mano, abrió sin pensar. – ¿Si? Allí estaba ella, mirándola otra vez. Respirando aceleradamente. La miró, se miraron fijamente. Gina estaba paralizada por la excitación y el deseo irrefrenable. Julia se acercó a ella, la miró de nuevo y cogiéndola con fuerza la besó. Fue un beso húmedo, apasionado, fuerte. Sus lenguas se buscaban y encontraban, se escondían y volvían a buscar. Julia acariciaba el cabello de Gina apretando su cabeza contra la de ella y así notar más aun el sabor de su boca. A Gina se le cayó el vaso y aprovechó ...
... para arrastrar a Julia hasta dentro de casa y cerrar la puerta. Todo esto sin dejar de besarse. Seguían unidas en un beso eterno que les llevaba a la antesala de su habitación y a la lujuria. Seguían de pie, pero no lo sabían, estaban envueltas en un clima tan sensual que flotaban. Julia, dejó su boca por un momento para deslizarse hacia el cuello de Gina. Lo besaba y mordía a la vez. Besaba el lóbulo de sus orejas y los mordía. Gina a su vez, desabrochaba uno a uno los botones de la camisa de Julia y esta no hacía nada más que facilitarle el acceso a ellos. Una vez acabó con los botones, la blusa fue al suelo. Julia, más fácil, solo había tenido que abrir la bata para descubrir el cuerpo desnudo de Gina y sus pezones erectos y duros, con una gran aureola rosada pedían fervientemente que los besase. Julia, se inclinó para besar los pechos de Gina y ella agarró su cabeza con fuerza apretándola contra sus tetas. El placer que sentía era indescriptible. Un suave suspiro delataba a Gina cada vez que Julia besaba y mordía sus pezones haciendo que se le erizase la piel. Gina la hizo incorporar de nuevo para admirar su belleza salvaje mientras respiraba sobresaltada. De un suave empujón Gina la hizo caer sobre la cama, Julia se dejó caer. Gina se inclinó sobre ella para abrir el botón de su pantalón ceñido, bajar su cremallera y Julia levanto las piernas para facilitarle el trabajo. Gina se fijó que llevaba un pequeño tatuaje precioso de un trébol de cuatro hojas en su tobillo derecho ...