Mi hermana y yo violadas por mi culpa
Fecha: 19/02/2019,
Categorías:
No Consentido
Sexo con Maduras
Autor: Lucia0117, Fuente: CuentoRelatos
... sudoroso. El me siguió camino a la casa, yo vestía una falda muy corta de mezclilla y blusa blanca ceñida al cuerpo. Caminé contoneándome como siempre lo hago y ahora pienso que él seguramente me miraba morbosamente mientras me seguía, y más en el momento en que caminaba a la puerta de mi casa se me cayeron al piso las llaves y me agache a recogerlas y en ese momento soplo el viento y levanto mi pequeña falda dejando al descubierto mis nalgas ya que ese día solo llevaba puesta mi tanga de color blanco pero en ese momento no me di cuenta. Mis padres siempre nos advirtieron que no habláramos con extraños y que nunca abriéramos la puerta a desconocidos, pero en ese momento me confié demasiado por el aspecto simpático del tipo y porque pensé que seguramente mi hermana ya había llegado y pues, ¿que podría hacer un tipo contra las dos juntas? Pronto me daría cuenta de mi equivocación. Abrí la puerta principal; a la derecha estaba la cocina y a la izquierda quedaba la sala; las recámaras estaban al fondo. Le dije al señor que pasara a la cocina y se sentara en una pequeña mesita que teníamos ahí. Le serví un vaso con agua, se lo di y le dije que me esperara ahí en lo que buscaba a mi hermana; el me dio las gracias, asintió con la cabeza y comenzó a tomar el agua; yo fui a nuestra recámara, segura de que ahí estaría Sandra, pues al no verla en la sala era el primer lugar donde tendría que estar. Entré a la recámara y efectivamente ahí la encontré acostada en su cama escuchando sus ...
... audífonos y con su lap top en las piernas. Debido al intenso calor, ella solo traía un short muy cortito y muy pegado y una ombliguera. La saludé y le dije: - Hola, oye, en la cocina está un señor que dice ser tu profesor y necesita hablar contigo. - ¿Qué dices?, respondió ella, con cara de molestia al mismo tiempo que se quitaba los audífonos. - Que ahí en la cocina está un señor que quiere hablar contigo, le dije, alzando la voz. - ¡¿EN LA COCINA?! Me dijo alarmada. ¿ACASO LO DEJASTE ENTRAR? - Sí, pero se ve amable y está bien vestido, dije, tratando de justificar mi estupidez. - ¿PERO CÓMO SE TE OCURRE DEJARLO ENTRAR? Me dijo Sandra mientras se levantaba velozmente y se calzaba sus sandalias, sin dejar de mirarme con ojos furibundos. - ¿Qué tiene?, está de traje y te digo que se ve buena persona. - ¡¿CÓMO QUE MI PROFESOR, YO NO TENGO PROFESORES HOMBRES CÓMO SE TE OCURRE DEJAR ENTRAR A UN DESCONOCIDO A LA CASA; QUE TAL SI ES UN RATERO O UN VIOLADOR Y NOSOTRAS DOS SOLAS?! - ¡Ay cómo crees!, tienes mucha imaginación y eres bien miedosa, ya te dije que se ve buena persona. Además nosotras somos dos y él solo es uno, si quiere hacernos algo le ponemos una madriza y ya. - ¡DE VERAS QUE ERES ESTÚPIDA; BUSCA EL TELÉFONO MIENTRAS YO SACO AL TIPO DE LA CASA! Me dijo muy enojada mientras caminaba hacia la puerta de la recámara sin dejar de mirarme. Mi hermana abrió la puerta de la recámara y de inmediato se topó de frente con el individuo que ya no se veía tan bonachón; vi su mirada ...