Mas que una amiga
Fecha: 13/02/2019,
Categorías:
Jóvenes
Autor: mayamaya, Fuente: RelatosEróticos
... intercambiamos una sonrisa y nos besamos, entrelazando nuestras lenguas. Clara me recostó en la cama, se puso delante de mí y me abrió las piernas. Ya supe lo que me iba a hacer. Estaba nerviosa, sentía como una mezcla de morbo y de vergüenza que en el fondo me producía placer. Con una mirada pícara, acercó su cara a mi sexo para comenzar a besar mi vagina. Lo hizo muy despacio. Subió un poco sus manos y tomó las mías. Eso me encantó, me sentí segura. Comenzó a lamer mi clítoris con la punta de su lengua y siguió con ligeros lametones por toda la zona. Fue aumentando el ritmo, y paralelamente yo fui aumentando mis gemidos. Ahora ella recorría todo mi sexo con su boca, lo besaba, lo lamía e introducía su lengua lo máximo que podía. Yo no aguantaba mas, iba a “explotar”. Sentí que ya llegaba, iba a correrme pero me daba muchísima vergüenza hacerlo en su boca. No pude mas, tuve un orgasmo que incluso hizo que temblase un poco. Me vine en toda su boca. Cubrí mi cara con mis manos por la vergüenza. Inmediatamente se acercó y las retiró con su mano. -No seas tímida- y me besó. Ahora tenía que devolverle yo el favor. La tumbé en la cama y ella abrió sus piernas. Era la primera vez que hacía eso, simplemente me dejé llevar. Me acerqué a su sexo lentamente, saqué y lengua y con la puntita comencé a lamer ligeramente su clítoris mientras clavaba mi inocente mirada en su carita de placer. Me excitaba ver que estaba así por mi culpa. Fui lamiendo todo su sexo hasta que terminé besándolo ...
... por completo, pasando mi lengua por allí donde podía haciéndola gemir, cada vez mas rápido hasta que dio un grito de placer y terminó en mi boca. Pude saborear sus jugos, sus dulces jugos. Mientras Clara recuperaba el aliento me puse encima suyo. Me coloqué de tal manera en que nuestras vaginas rozaran y así comencé a moverme lentamente, para ir subiendo el ritmo poco a poco, hasta terminar cabalgando encima suyo como si un hubiese mañana. Las dos gemíamos, gemíamos y gritábamos. Me incliné hacia adelante para que nuestros pechos se encontrasen y poder besarla, besarla con pasión mientras abría la boca para gritar. Podía sentir su excitación, ya no aguantábamos mas y llegamos al orgasmo. Por lo visto, Clara quiso mas. Se incorporó, se puso delante de mí y entrelazó sus piernas con las mías. Quería hacer tijeras. Entonces, nuestros sexos se encontraron nuevamente, húmedos y sensibles, pero esta vez de un modo mas directo que antes. Clara comenzó a moverse sin parar y yo hice lo mismo. Ahora si que podía sentirla casi dentro de mí. Podía sentir su calor, su humedad, todo. La sensación era increíble. Nos movíamos sin parar, cada vez más rápido, gritábamos y gemíamos. Toda nuestra vergüenza se había esfumado, ahora ya éramos una. -¡Fóllame! ¡Siiii, aaahhh!!! Nunca había escuchado a Clara decir algo así, nunca. Eso me hizo explotar y comencé a moverme como nunca antes lo había hecho, sin vergüenza ninguna, abalanzándome sobre ella para besarla, lamerla, juguetear con su lengua en ...