1. Marta la mujer de Raúl


    Fecha: 12/02/2019, Categorías: Infidelidad Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos

    ... despedida de soltero de un amigo en común. A la boda no fue, si mal no recuerdo. Hacía más de 8 años. Era el único del grupo de amigos que no había querido estudiar e ir a la universidad para hacerse “un hombre de provecho”. Siempre había estado de aquí para allá trabajando en lo que le ofrecían. Con el tiempo pensé que todos le envidiábamos de alguna u otra forma. Era libre. Pero un buen día desapareció. Unos decían que se había ido a trabajar al extranjero, otros que había conocido a una chica y se había casado en Sevilla. Cada uno contaba una versión diferente. La verdad es que había desaparecido sin más. Así, como un pájaro libre, voló y voló sin importarle lo que dejaba atrás. Pero aquel día, aquella mañana, nos lo encontramos en la puerta del Hipermercado. Como si nada hubiera pasado. Salía con dos bolsas de compra. Iba con ropa de trabajo, estaba sucio. ¡La sorpresa se dibujó en nuestras caras y nos dimos un buen abrazo! -Hombre Raúl!!! Casi ni te reconozco! -Pues tú no has cambiado Nacho! Cuánto tiempo! Cómo te va? Bueno, lo primero, recuerdas a Marta? Nacho se quedó asombrado con la transformación de Marta. La última vez que la vio era una veinteañera. Se dieron dos besos y charlamos un rato, pero él llevaba prisa y nos intercambiamos los números de teléfono para quedar lo antes posible. Esa noche Marta y yo charlamos sobre él: -Pues iba muy sucio Raúl, como si no le fuesen bien las cosas. Parecía que no se cambiase de ropa en la última semana. Pobre. Estoy ...
    ... intrigada de cómo le habrá ido. -Seguro que le ha ido bien, aunque a Nacho la vida nunca le sonrió especialmente. Mañana le llamo y quedamos el sábado. A ver qué le parece. Al día siguiente hablé con Nacho y le invité a cenar en casa. El aceptó encantado. Me comentó que traería el vino, que teníamos muchas cosas que recordar! Y por fin llegó el sábado. Marta se había puesto un vestido negro ajustado, y se había maquillado realmente bien. Estaba guapísima. Yo le dije que tampoco era para tanto, que no íbamos de boda y todo eso, pero ella argumentó que una cita así no se tenía todos los días. Y la verdad es que tenía razón. A las 9 de la noche llegó Nacho. Vestía unos vaqueros algo sucios y una camiseta ajustada que mostraba la buena forma física que tenía con casi 38 años. Estaba mazas (debió de pensar Marta al verle). Nos sentamos y tomamos algo. Nos empezó a contar las andanzas de sus últimos años: -Pues todas las historias que contaron sobre mí tienen algo de verdad. Conocí a una chica de Sevilla. Me enamoré perdidamente de ella. Dejé todo lo que aquí me ataba, que era poco la verdad (excepto vosotros, mis amigos, claro…) y me fui a Sevilla. Nos casamos y tuve tres hijos con ella. Fuimos felices durante los primeros años pero al final nos separamos. Entonces conocía a gente que me ofreció irme a Brasil a trabajar. Temas de construcción, ya sabéis, y allí volví a casarme con una chica brasileña. Allí me fue muy bien, tuve otros dos hijos y era feliz. Pero todo se acaba y decidí ...
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