1. Logré compartir a mi mujer


    Fecha: 04/02/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que no podía ocultar por más que disimulara, ya mi mujercita me guiñó el ojo mostrándomela. Serví otro whisky, el segundo para mi esposa y el tercero para los hombres, y me dispuse a mirar las fotografías encontrando que había sólo en ropa interior, por lo que les dije que deseaba una con desnudo total y tuvieran confianza para hacerlo ahora que yo había llegado. Mi mujer, después del trago pareció tomar valor y se paró dispuesta a terminar la faena, se sacó el sostenedor y le pedí a nuestro amigo que le tomara varias fotografías ya que para mi la vestimenta más sexi para la mujer es sólo en tanga. La dirigimos para asumiera distintas poses, algunas bastante eróticas, por lo que mi amigo disfrutaba a más no poder y con la verga arrancándosele de los pantalones. Finalmente me decidí a pedirle que se sacara la tanga para quedar totalmente desnuda, lo que hizo ahora sin remilgos, constatando que tenía su conchita muy mojada. Continuamos sugiriéndole nuevas poses, tanto ingenuas como eróticas, la temperatura ya estaba por las nubes por lo que pedí a mi amigo que nos hiciera algunas tomas en pareja simulando diversas posiciones sexuales, una simulando lamerme el pene, otra conmigo simulando lamerle el clítoris que lo tenía bastante hinchado y otras simulando penetrarla en la posición tradicional y a lo perrito. Mi amigo ya no disfrutaba sino que sufría tremendamente, por lo que compadeciéndome le rogué que se prestara para una fantasía mía y de mi esposa, que era tener ...
    ... fotografías o videos de ella haciendo el amor con otro hombre. Accedió con gran ansiedad, aunque cortado por la situación, por lo que tomé la cámara y le pedí a mi esposa que le ayudara a desvestirse, le sacó la camisa y le desabrochó el cinturón, pero el no dejó que terminara la faena ya que la concluyó el mismo urgentemente, dejando a la vista de mi mujer una verga de18 Cms. a lo menos, mucho más grande que la mía que mide 14 centímetros, el promedio de lo normal según creo. Desde aquí en adelante, yo dirigí las acciones pidiéndoles que asumieran distintas posturas; con él tomándola por los pechos desde atrás y afirmando su pene que ya goteaba en sus nalgas que mostraban los típicos granitos de la piel de gallina y que élla estiraba hacía atrás; otra con él lamiéndole un pezón y después tocándole el clítoris con la punta de la lengua. Imagínense mi calentura, mi pene erecto a más no poder goteaba como llave rota. Enseguida les pedí cambiar y que fuera mi mujer la que simulara hacerle el amor a mi amigo, para lo cual él se recostó y ella se puso encima a horcajadas, con su conchita casi tocando su pene y empezó a recorrerlo desde el cuello hacía abajo con su lengua hasta su pene, faena que hace de manera espectacular mi mujer, tanto que a veces se satisface sólo con ello, siempre que yo acabe en su boca. Pues, en esta ocasión, al perecer no lo hizo menos bien ya que mi amigo, con los ojos cerrados, gemía y levantaba su pene para lograr que fuera tocado por mi esposa. Esta me miró con ...