Ducha sorpresa - Relatos Eróticos

Ducha sorpresa

Yo nunca le había sido infiel a mi marido, no por falta de ganas sino porque simplemente no me animaba a hacerlo hasta que hace tres semanas... Estábamos en una junta con los directores de la empresa donde trabajo y uno de ellos siempre me anda cortejando, hemos salido varias veces a tomar un trago y cuando trata de acariciarme o tocarme lo corto, me salgo y me regreso. Esa vez al terminar la junta salimos muchos a un bar y el se sentó junto a mi, como la mesa estaba chica estábamos un poco apretados y su pierna rozaba con la mía, y como no traía medias y mi vestido se había subido, podía sentir su pierna y él disimuladamente se acomodaba y bajaba sus manos y me tocaba. Al principio me molestó, pero me acostumbré y lo deje hacer, al fin y al cabo se iría a su casa y yo a la mía, y me daba risa pensar que a lo mejor cuando se cojiera a su mujer pensaría en mí, entonces tuve el atrevimiento de subirme más el vestido para que me las tocara mejor y eso me calentó, pero aun así no pensaba en ponerle los cuernos a mi marido. Llegó la hora y nos retiramos, yo iba en mi carro bien caliente y pensé que en cuanto llegara a la casa me le echaría encima a mi marido para que me quitara lo caliente. Cuando llegue a casa, entré a la recámara, tenemos una regadera ahí, me desnude, abrí la puerta y vi una silueta detrás de la cortina, apagué la luz quedando a obscuras y entré, de inmediato me puse de rodillas para mamársela ya que me encanta hacerlo con el agua cayendo en nuestros cuerpos, ...

... en cuanto me metí la verga supe que no era la de mi marido, estaba mas gruesa y grande, mucho muy grande que la de él, pero ya era tarde para sacármela y seguí chupando, normalmente cuando la chupo no me gusta tragarme sus venidas pero con esta estaba dispuesta a hacerlo. Comencé a chuparla con fuerza y sucedió lo que tenia que suceder, se puso mas dura, comenzó a palpitar y me soltó su leche, yo seguí con esa verga en mi boca y no dejé de chuparla, quería que siguiera dura y así fue, me paré,y puse mis manos en la pared, lo atraje hacia mí y abriendo mis nalgas puse su verga en mi entrada, y de un golpe me la metió, que rico la sentía, los dos nos movíamos el me tomo de mi cintura y me atraía hacia el y me la metía toda, como disfrutaba esa vergota , con lo caliente que andaba no paraba de venirme y en realidad no supe cuantas veces me hizo venir, no supe cuanto tiempo cojimos, pero cuando soltó toda su leche me inundo toda la raja, yo me volteé, le di un beso y le dije "Gracias" "Al contrario, gracias a ti" Yo di un grito "sorprendida" "Javier! Que haces aquí? Dios mio que he hecho, pensé que era José el que estaba aquí. Dios mio". Claro que yo sabía que no era mi marido, pero tenia que fingir para que no pensara que soy una perdida, salí corriendo de ahí y me senté en la cama envuelta con una toalla, al rato el salió y por su forma hacerlo vi que estaba arrepentido por lo sucedido y sin decir nada salió de la casa. Yo me reí por todo y supe que me había creído, me acosté en ...