Convencida por sus propios ojos. - Relatos Eróticos

Convencida por sus propios ojos.

... con escasos pelos canos. Me puse de rodilla y alze sus dos piernas para ponerla en mis dos hombros y le ponia la cabeza de mi berga en la raja peluda de su bollo. Jugue a lo largo de su raja y miraba como el clitoris resbalaba en la cabeza de mi berga y tomandola de sorpresa de una buena embestida se la hundia toda. Con mas fuerzas sus manos agarraban las barras de metal de la cabecera de mi cama. Le besaba sus dos rodilla y le pregunte si le gustaba la cogida que se estaba ganando y me contesto entre suspiros que si. Mena tambien tenia sus gustos y me pedia que si me podia montar y la deje que me montara y asi fue como ella se corrio, pero bien corrida y despue le caia yo con mi corrida. Cada vez que viene a la casa o voy a la suya leemos un poco de este web y despues a coger si ha dicho. Mena con casi sesenta años lo hace como de una de treinta y bien que lo hace.