En el cine
Fecha: 01/02/2019,
Categorías:
Infidelidad
Sexualidad,
Autor: Jullietta, Fuente: CuentoRelatos
... se afianzaban sobre mi pezón. Pero, al contrario de lo que me temía, sus caricias eran suaves, y delicadas. Mis pezones estaban bien erguidos, porque en la sala había buena refrigeración. Y sus dedos jugueteaban con él, estirándolo de forma suave. Cosa que me hizo soltar un leve gemido. Fue entonces cuando eché una mano hacia atrás, buscando su entrepierna y localizando un buen volumen que me certificaba que el joven estaba bien dotado. Amasé su polla por encima del pantalón y me esmeré en hacerlo con énfasis. Sus manos ahora manoseaban mis dos pechos por encima del vestido, y sentí como mi tanga se empapaba por los fluidos que manaban de mi coño excitado. Me apresuré a tomar de nuevo el control de la situación, así que me senté de nuevo de forma correcta, apartando sus manos de mis pechos y le lancé una mirada que le dejó helado. Pocos minutos después, volvía al ataque, acariciando mi pierna, a la altura de mi muslo. La verdad es que el vestido de marras dejaba al descubierto buena parte de él y le resultaba bien fácil acariciarlo. Pero no le dejé subir ...
... en demasía. No era plan de parecer que estuviese desesperada. Prefería ir cediendo terreno despacio, como si me resultase incómodo y placentero a la vez. De nuevo dirigió entonces su mano a mi pecho izquierdo, abriendo bien su palma y amasándolo por encima del vestido, ya sin recato. Solté un suspiro largo mientras me dejaba palpar con total rendición. Mientras sentía su mano empecé a pensar que aquello debía proseguir hasta donde fuese necesario… Así que me levanté, y colocándome de frente a él, me agaché un poco y le dije bajito: -“Si quieres acabar lo que has empezado, sígueme al lavabo. Ahora estará libre, que la gente mira la película, pero no salgas detrás de mí, espera un poco”- -“Vale”- me respondió, mientras alzaba su mano entre mis piernas, arqueadas por la maniobra de salvar las suyas, y alcanzaba mi sexo, palpándolo con suavidad. -“Estás bien cachonda”- susurró entre sus labios. -“Pues ya sabes la que te espera. A ver si eres un hombre a la altura”- le respondía avanzando hacia el pasillo central. Esto me sucedió la semana pasada… Continuaré…