Vicente, mi nuevo amigo - Relatos Eróticos

Vicente, mi nuevo amigo

El día de ayer invité a mi compadre a ver el partido de las chivas contra los tusos, que además de todo, pues la invitación no sólo era para ver el partido, sino para que mi esposa pasara un buen momento con mi él. Comentaba yo con mi mujer que me gustaría verla con un short cortito de vestir que apenas hace unos días le había compadre en suburbia, unas pantimedias de color natural y sus zapatillas abiertas, afortunadamente me hizo caso y poco antes de que llegara nuestro compadre le tomé una foto para que ustedes la puedan admirar antes de que sucediera lo que tendría que pasar. Sonó el timbre y cuando me acerqué a abrir la puerta, cuál fue mi sorpresa de que éste cabrón no llegó sólo, llegó con uno de sus amigos al cual, ya lo había visto en algunas ocasiones en las reuniones de su familia, pero no teníamos una amistad muy abierta. Llegaron con 2 paquetes de cervezas de 12, modelos, frías y deliciosas. Para esto, por la mañana había yo comprado en el súper una serie de botanas que sé que a mi compadre le encantan. Tomamos asiento en la sala y poco tiempo después comenzó el partido, las cervezas comenzaban a fluir y mi esposa, con un poco de pena por el nuevo invitado, al cual no esperábamos, comenzó a preparar todo, las botanas, los ceniceros, y lo de ella, pasaba frente a la pantalla, contoneándose cada vez que cruzaba frente a nosotros. Mi compadre sin pena alguna comenzó a bromear con ella y le decía, comadre, si gustas mostrarnos tus hermosas piernas, es correcto, ...

... pero deja que mi compadre vea a su equipo, porque no ha ganado ningún partido, jajajajaja; todos reímos. Cada vez que había momentos de emoción en el partido, yo no dejaba de acariciarle las piernas a ella, y por supuesto que ella, de manera muy coqueta, las cruzaba para que los invitados la pudieran admirar de forma descarada. Así transcurrió el tiempo casi hasta las 10 de la noche, las cervezas se terminaron y salió el tequila. Creo que en esta ocasión, a mi compadre le pegó muy duro el tequila o no sé qué sucedió, pero creo se había tomado apenas 3 caballitos de tequila y clavó el pico. Su amigo seguía tomando y muy divertido comenzó a contar chistes muy colorados, el ambiente estaba de lujo, era propicio para que sucediera cualquier cosa. Los comentarios comenzaron a subir de tono y para este momento, mi esposa ya se mostraba más amable con el invitado. Las insinuaciones por parte de mi esposa no se dejaron esperar y cada vez que hablaba frente a él, el cruce de sus piernas era más evidente, ella ya estaba también algo contenta. Fui al baño y en ese momento mandé a traer a mi esposa, le dije, qué onda, te lo quieres coger? A lo cual, ella me respondió, pues mira, de que me lo cojo, me lo cojo, todo está en que él me las pida. Le dije, pues dime como ves y si es así, me avisas para que me meta en el closet. Se regresó a la sala y cuando regresé a sentarme, mi esposa estaba en mi lugar, pero de inmediato me hizo señas de que si se podría hacer algo. Me serví una copa más de ...