1. Marta descurbre su lujuria con un pastor


    Fecha: 21/10/2017, Categorías: Infidelidad Hetero Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... dormir. Unas horas después, Santi seguía empalmado y sin conciliar el sueño, por lo que se levantó para alejarse un poco y masturbarse. -¿Ocurre algo? –Preguntó ella que tampoco podía dormir. -No, duerme. Tengo que dar una vuelta por los animales. Dos pajas después, volvió a meterse en la manta y quedó dormido. Al día siguiente no madrugó, contra su costumbre el sol ya había salido cuando despertó. Se levantó, se puso su traje de baño y fue a ver a los animales, ordeñó las cabras y luego fue a lavarse al manantial. Cuando volvió encendió fuego e hizo queso con la leche, guardando un poco para tomarla más tarde. Luego preparó el desayuno para todos. El ruido y el olor despertó a ambos y desayunaron juntos, al lado del herido. Después realizó las curas y se fue a los pastos con las ovejas. Volvió a medio día, preparó la comida ocultando nuevamente su erección tras tener ese monumento de mujer medio desnuda junto a él. A la mañana siguiente, antes de amanecer, se levantó y lo primero que hizo fue ir al manantial directamente. Marta, que estaba durmiendo mal, se despertó y lo vio marchar. Quedó pensando en lo ocurrido la otra tarde, en la polla de él, en su masturbación, en la oferta que le había hecho y enseguida volvió a excitarse. Al poco, no pudo aguantar más, se puso la ropa y fue decidida hacia el manantial, donde ya desde lejos pudo ver lo que hacía. Se aproximó a él, que esta vez sí que la oyó, guardando su polla rápidamente bajo un traje de baño que parecía la carpa de ...
    ... un circo. -¿Quieres que te ayude con eso? -¿Ya estás preparada? ¿Te da igual ser infiel a tu novio? -Sí. Estás haciendo mucho por nosotros y creo que debo corresponderte de alguna manera. Santi se bajó el traje de baño y dejó libre su tranca. Ella se arrodilló a su lado, tomó la polla con ambas manos y comenzó a pajearle con torpeza. -¿Has hecho esto pocas veces, verdad? -Sí, es mi primera vez. -¿No pajeas a tu novio? -No. No le gusta porque se corre enseguida. -¿La has chupado alguna vez? -No. Tampoco. Me da mucho asco. Y tampoco le gusta a mi novio. -FFFFFFFFFFF. –Resopló Santi. -Por lo menos, déjame acariciarte. -Bueno, si, si tú quieres. -Acuéstate junto a mí, de lado, con la cara sobre mi pecho, mirando mi polla. Ella lo hizo, y mientras él se pajeaba con una mano, con la otra acariciaba los pezones, espalda y el cuello de ella. Bajaba la mano hasta pasarla por su culo, sobre el pantaloncito, para subir por su espalda y acariciar los pechos y frotarle los pezones. Apuró más su suerte y le dijo: -Tienes un culo precioso. ¿Por qué no te quitas todo para poder acariciártelo? Se puso de rodillas y se bajó el pantaloncito y el tanga, sacándoselos por completo al volver a poner la cabeza sobre su pecho. Santi siguió con sus caricias de pechos y espalda, pero empezó a bajar hasta su culo, acariciando sus glúteos y metiendo un dedo hasta su ano, acariciándolo con movimientos circulares, mientras movía la otra mano lentamente pajeándose. Poco a poco ella fue moviendo su cuerpo ...
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