En el ciber con la esposa de mi jefe
Fecha: 20/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
Hetero
Autor: Ale1, Fuente: CuentoRelatos
... medir el riesgo solo me sonreí, de la nada le tome de la mano y la puse sobre el paquete, pensé que me diría algo o se molestaría pero no al contrario lo que hizo me prendió aún más, se mordió el labio y lo apretó más fuerte, quería en ese momento darle un beso, ponerla sobre el escritorio y hacerle de todo, pero había clientes, solo volteaba a todos lados esperando que nadie se diera cuenta de la escena que se estaba desarrollando, ella acariciándome el pene por encima de mi ropa ahí en medio de todos. Tan pronto se fue el último cerramos la cortina se puso de rodillas me saco el pene y se lo metió en la boca, ni siquiera tuve que decirlo o pedirlo ella ya tenía el control de la situación, yo solo movía mis caderas en su cara, mientras ella me recorría con su lengua de poco en poco. Acto seguido la levante, la metí en el baño sacando sus pechos empezar a chuparlos, ya no teníamos control de nada solo queríamos disfrutarnos, sentirnos, cogernos sentía como se hundían mis dedos en su vagina, como mis labios se aferraban a sus pechos, como su mano se aferraba a mi pene y como entre jadeos ya me pedía que se lo metiera, no aguante más le di la vuelta con la cara contra la pared y pos atrás empecé a penetrarla por la vagina, jadeaba tan rico y tan fuerte que cualquier persona que pasara frente al negocio sin duda sabría que ahí ...
... alguien estaba cogiendo. Ella solo gemía y se detenía de la pared yo me aferraba a sus caderas y la penetraba desde atrás con algunas nalgadas ocasionales (que quede claro es el único golpe que puede recibir una mujer y solo en esas circunstancias) entre gemidos decía que ya se estaba corriendo, yo estaba a punto pero quería aguantar solo un poco más, no había pensado en cogérmela pero ya que estaba ahí lo estaba disfrutando y quería alargar el momento tanto pudiera, le pellizcaba los pezones y le besaba la nuca, ella me pedía que ya me corriera, no sé cuánto tiempo llevábamos ahí pero entre más nos entretuviéramos más probable era que llegara alguien para querer usar una máquina, seguía penetrándola hasta un momento donde ya no pude más y me vine dentro de ella entre jadeos de ambos, un largo beso siguió después del orgasmo, solo pudimos arreglarnos la ropa y salir, actuar como si nada pasara, subimos la cortina del negocio y ya había ahí dos pequeños esperando, solo nos veían no sé si escucharon algo o simplemente lo vieron como algo normal, ellos solo se limitaron a ir sobre las computadoras y empezar a jugar, mi hora de salía ya había pasado y francamente no me importaba estar ahí un rato más… entramos los dos al baño nos dimos un largo beso y nos despedimos, desde ese día siempre entre una hora antes de mi hora de entrada…