La apuesta (II): La tormenta
Fecha: 18/01/2019,
Categorías:
Infidelidad
Sexo Oral
Autor: hectornieto, Fuente: CuentoRelatos
... le había sacado desde abajo, y se podía ver la bombacha blanca no tan sexy de mi novia. Luego el vuelve a su lugar de privilegio a observar las piernas de mi novia y hablan de algo, ya se la ve cómoda, no la incómoda su observador. Me llega un audio del ex gordo: “no, esta semana no hicimos el amor, por lo general una vez a la semana con suerte jajaja" El hijo de puta grabo a mi novia cuando confesaba eso, pero que había ocurrido para que estuviera tan suelta hablando de esos temas con quien era desconocido para ella? Ella era pudorosa, se ponía colorada cuando sus amigas hablaban de sexo o de sus novios. Jamás había escuchado hablar de esas cosas con nadie que no sea yo. Llegó el fin de semana y ella me dice que tenía que estudiar así que se iba a quedar en su casa. Mejor para mí, porque no sé con qué cara le hablaría luego de enterarme de sus confesiones de cama. La segunda semana comenzaba y mi novia iba con una falda un poco más corta, y no era que se le subía por caminar o las escaleras o la silla, ya era corta de por sí, sus tacos eran más altos. Su camisa era más escotada y entallada a su cintura. Sus labios estaban con un nuevo rojo más fuerte, sus pestañas más marcadas, se había tomado en serio esto de arreglarse más. Hacen tareas de oficina, llaman por teléfono, atienden gente, ven cosas en la computadora, ordenan papeles. Y de momento a otro parece que la encomienda a buscar algo porque ella sale de la oficina. Se larga una tormenta terrible, y veo a mi novia ...
... entrar empapada. Su falda corta estaba pegada al cuerpo, su camisa entallada mojada era prácticamente transparente. Juan se quita el saco y le indica algo a mi novia, ella se da vuelta dándole la espalda, y comienza a desatarse la camisa húmeda. Al sacársela, la deja caer al suelo y se saca también el corpiño cubriéndose los pechos con timidez. Juan en ese momento la cubre con su saco, ella con maestría se lo abotona sin mostrar mayor desnudez. Aun dándole la espalda, dirige sus manos a su falda, baja el cierre y deja caer la mojada y diminuta falda. Solo cubierta con su bombacha y el saco de Juan, la veía agacharse y recoger la ropa mojada, Juan la ayudaba y la extendía en sillas para que se seque. La veo sonreír con Juan, no sé de qué hablaban pero tenía que parar esa situación. La llame desde el teléfono de la oficina al celular, poco me importaba a esa altura que un supervisor me viera haciendo llamadas personales. Busca en su cartera, tarda unos segundos en atender, lo mira a Juan, y el la autoriza. "hola amor, todo bien? Acá estoy tapada de laburo, que necesitabas?" me dice la puta sin siquiera esperar que yo hable. Me contuve y empecé a hablarle de planes, del futuro, de que si quería ir a cenar y otras estupideces. Ella hablaba bajito dándole la espalda a Juan, ese saco apenas cubría sus nalgas, ella se movía y se podía ver la redondez. Se pone cómoda y se sienta en el sillón. Levanta las piernas como sirena, esa posición de puta que todas las mujeres saben pone para que ...