1. La mejor amiga de mi esposa


    Fecha: 21/12/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi nombre es Roberto, tengo 36 años y esto que voy a contarles ocurrió hace alrededor de un año, en mi casa, una noche de verano. Su nombre es Monica, está casada con Raul (39), tiene 38 años, dos crios, y dos fabulosas tetas que siempre fueron de mi admiración, un culo bien parado y duro, en una palabra un hermoso cuerpo a pesar de los crios. A estos chicos los conozco desde hace aproximadamente 12 o 13 años, Claudia, mi esposa algunos años más, ya que estudio con ella en la Universidad y sin dudas puedo decir que es su mejor amiga; por lo que tenemos una relación de mucha confianza entre los cuatro, pero siempre como amigos, por lo que jamás pense en tener una aventura con ella. Pero desde hacía un tiempo empece a notar que ella, muy sutilmente, cada vez que nos veiamos me buscaba mucho con su mirada cuando manteniamos una conversación entre los cuatro, pero yo trataba de disimular para no armar ningún problema ya que tanto mi esposa como su marido son un tanto celosos, además siempre estaban presente sus hijos por lo que hubiese sido muy desubicado de mi parte cualquier intento. Pero aquella noche todo fue muy distinto, con mi esposa invitamos a cenar a nuestros amigos a casa y mi primera sorpresa fue al verlos llegar solos, sin sus hijos, y la segunda sorpresa y más grata para mi fue que Monica vino con una blusa negra totalmente transparente y sin corpiños, pero con un delgado saco de hilo por encima, ya que nos encontrabamos en verano y la temperatura era elevada no ...
    ... me pareció demasiado extraño. Al verlos y ver en particular esos hermosos montes practicamente desnudos me provocó una involuntaria erección que intenté disimular a toda costa, cosa que por la mirada de Monica no logré, ya que me sonrió muy com-plice. Ya en el ascensor como ibamos hablando los cuatro en tono de broma un poco fuerte, aproveche un segundo de distracción y le susurré al oido lo guapa que estaba, lo cual le agradó pues me lo agradeció con un beso en la mejilla. Yo no lograba terminar de entender su actitud, pues a pesar de nuestra confianza nunca había actuado de esa manera. La cena se desarrolló de una manera muy normal, con charlas sobre temas comunes, pero con algunas miradas complices entre ambos y con algunas erecciones mias al ver las tetas de mi amiga al servirse la comida o la bebida, ya que se le abría su saco y dejaba toda su belleza a mi vista. Yo intentaba por todos los medios disimular mi calentura pero cada vez se me hacía mas dificil ocultar mi erección. Lo interesante ocurrió cuando Claudia propuso ir a comprar helado para saciar en parte el calor. Yo dije que no tenia ganas de salir, pero como ella insistió tanto, Raul (el esposo de Monica) dijo que no se hiciera problema, que él la llevaba en el auto, a lo que Monica dijo que aprovecharía para llamar a su casa para ver como estaban sus hijos, por lo que Claudia y Raul se fueron. Yo sabía que a partir de ese momento disponía de aprox. 40 o 50 minutos para llevar a cabo cualquier locura, pues la ...
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