1. La petera del barrio


    Fecha: 20/12/2018, Categorías: Sexo Oral Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... en el que su leche traspasó su garganta, porque él le acabó apenas ella le empezó a pegar en el culo. ¡querés que te coma la boca con tu lechita en la mía bombón?, ahora vas a ir a la facu más relajadito!, decía Vale mientras lo ayudaba a vestirse para acompañarlo a la puerta. Le costó reanudar nuestro encuentro apenas estuvo a mi lado otra vez. Pero en cuanto vio las galletitas se emocionó. ¡viste lo que era ese pito loca? No me vas a decir que no te mojaste ni un poquito!, dijo mientras se sentaba totalmente en tetas. Ella decía que siempre después de tomarse su dosis de semen tenía mucho calor. ¡al que le tengo ganas es al hijo del vecino de en frente! Un par de veces lo vi meando en el baldío donde juega a la pelota con los pibes, y posta que tiene terrible manguera! También se la quiero mamar al noviecito de mi hija! El pibe cumple 18 mañana, y creo que ese puede ser mi regalo! Vos qué decís?! Le dije que se estaba volviendo loca, que no podía hacerle eso a su hija, y un montón de cosas más, las que ella parecía no escuchar. No llegamos a discutir, pero la charla se ponía cada vez más acalorada, porque, según ella yo no entiendo que no puede vivir sin chupar una pija. Al rato vimos media película, porque se cortó la luz a causa del temporal. Yo me llamé un taxi y me fui a casa a los minutos, porque mis padres venían a cenar conmigo. Pero habíamos quedado para reunirnos el lunes a la tarde. Esa tarde la idea era que ella me pinte las uñas, cosa que hace de mil maravillas, ...
    ... y yo le iba a teñir el pelo de violeta. Pero, como vi la puerta abierta decidí no tocar el timbre y entrar directamente. Me sorprendió que no hubiese música, o que no sonara la tele en la cocina. Cuando llamé a Valeria con un gritito, para anunciarme, la oí decir: ¡pasá Eli, estoy arriba, en la pieza de Paula! Subo las escaleras con una cierta ambigüedad en el cuerpo. Algo me decía que alguna se estaba mandando, pero no podía deducirlo. Cuando me asomo a la puerta de la pieza de su hija, descubro a Vale en bombacha y corpiño parada delante de la cama, donde había tres pibes sentados en calzoncillos. ¡entrá Vale, que no tengo drama si querés mirar!, mirá, te los presento… este es Pablo, un chico que ya conoce como la mamo, no chiquito?, él es Tomás, el chico que viste el otro día, y él es Elías, el novio de Pauli! Uuuuy, no sabés éli, me parece que a este ninguna chica le chupó el pitito, porque hasta tiene olor a pis su calzoncillito! Vale me ponía al tanto de sus identidades mientras los señalaba, les tocaba sus bultos y les pegaba las tetas a sus rostros incrédulos, felices y lujuriosos. Finalmente se salió con las suyas, y citó al novio de su hija! No podía hacer nada. Estaba inmóvil, viendo cómo entonces la boca de Valeria les mordía las pijas sobre sus calzones manchados de pis y de algunas acabaditas, cómo los olía gimiendo, cómo los pajeaba preparando su merienda y cómo les pegaba en las manos cada vez que ellos intentaban tocarle las tetas. Cuando se sacó la bombacha ...