El instructor del club
Fecha: 16/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dejando salir una parte. Cuando acabo, le ató el bikini y se pusieron de pie. Se acercaron a la alberca y se metieron. Iban hacía nosotros pero se siguieron de largo, nadé hacia ellos pero mi madre me dijo que no fuera a lo hondo y se metieron a la parte más profunda. Cuando llegaron al extremo el señor la acorraló contra la orilla, estaban muy juntos y ella se volteó, por lo que no podía verla de frente, de repente el le desató el bikini de nueva cuenta y le acariciaba la espalda, me salí de la alberca, pero no es posible rodearla, ya que la parte honda queda pegada a las canchas, así que me metí en la cancha y fui hacia los arbustos que colindan con la alberca, cuando logré ver, ví los senos de mi madre, cubiertos con las manos del viejo, que los sobaba con lujuria, el señor estaba pegadísimo al cuerpo de mi madre y se movía y hacían gestos y la apretaba más contra la orilla, el se alejaba de ella para empujarse con más fuerza apretándola fuerte. Mi madre bajó las manos e hizo un movimiento como para ponerse el traje, el señor le amarró la parte de arriba y salieron del agua. La erección del señor era enorme. Salieron y fueron hacia las canchas de tenis. Los seguí y se ...
... fueron a la cancha más lejana del club, que es de frontón, apenas llegaron fueron a las gradas, donde se besaron, y de inmediato, mi madre se quitó la parte de abajo del traje, el solo se bajó el traje y empezó a cogérsela como perro, ella gemía fuertemente mientras el señor la sacudía, agarrándola de la cintura, la hacía saltar a cada empujón que le daba con su enorme pene, y su cabello se agitaba cuando la bajaba. De repente le sacó el miembro todavía parado y lo colocó un poco más arriba, lo que me sorprendió porque nunca había siquiera oído del sexo anal, el ver que a mi madre le metían el pene por donde caga, me impactó, pero a ella le gustó, porque después de gritar cuando se lo metió de golpe, empezó a gritar que le diera más duro. El señor la tomó de los hombros para llegar más hondo. Gruñó varias veces hasta que en medio de violentas sacudidas se vino adentro de su culo. Se vistieron y regresaron a la alberca. Todavía en el camino el señor llevaba su mano dentro del bikini de mi madre, y antes de llegar se despidió, poniéndose de acuerdo para otra clase de tenis. O al menos eso fue lo que nos dijo. Yo quiero ver esa clase de tenis, y la contaré a ustedes por supuesto.