Visitando a papá - Relatos Eróticos

Visitando a papá

... resistí un poquito, pero luego dejé que su lengua juegue con la mía, era el mejor beso que me habían dado en mi corta vida... -Te olvidaste esto en mi habitación -Dijo y puso en mis manos una prenda toda húmeda, bajé la mirada y vi que era mi bikini, estaba todo lleno de semen, un asco! -Te dije papá que no me lo ensucies!- Lo regañe… él no hizo caso a lo que le decía y antes de marcharse abrazándome de frente me preguntó... -Vas a ser siempre mi putita? -sus manos apretando mi cola me llevaban hacia el... -Papi es solo un juego, no quiero que me hagas el amor, todo lo demás está permitido... -Él sonrió y me pegó una manoseada de vagina por sobre mi tanga, comencé a gemir de placer, a esa edad yo era por demás de calentona y el solo roce de sus dedos me pusieron loquita... -Está bien nena, papi nunca te va a coger... solo te va a meter manito nomas... Me volvió a besar en la boca y se marchó, desde ese día hasta tres años después, al menos una vez por semana teníamos un par de horas de franeleo y besos, masturbaciones y esas cosas, hasta que conocí al que hoy es mi marido y le prohibí a mi padre volver a tocarme, él, como buen padre que era más allá de su perversión, supo entender y respetó siempre mi decisión, pasaron los años y ahora él vive a tres calles de mi casa, en un pequeño departamento que alquila desde que se divorció de mi madre, y yo, no tenía mejor idea que volver a provocarlo! Tan pero tan puta estaba, que ésta vez quería calentarlo hasta provocar una ...

... violación, deseaba ser violada salvajemente! Así que sin perder tiempo me puse una minifalda blanca elastizada y bien cortita, zapatitos de tacos altos rojos, arriba una blusa también bien pegada al cuerpo de color rosa, abotonada por delante y sin sostén obvio! Me miré al espejo cuidando hasta el último detalle y salí caminando para la casa de mi padre, las barbaridades que me gritaron en la calle al verme vestida así y caminando como puta, fueron interminables, al llegar a su puerta, me desabroché dos botones más de mi escote, mis pechos se liberaron y saltaron casi por completo para afuera, la blusa tan abierta solo escondía mis pezones, luego toqué timbre... -Nena! Qué alegría verte! Me tienes olvidado ya ni me visitas! -Dijo el, dándome un afectuoso abrazo, en el mismo, le hice sentir mis pezones sobre su pecho desnudo, ya que sólo llevaba puesto un jeans y zapatillas, a pesar de sus 48 años estaba bien conservado, no tenía nada de panza y sus músculos se mantenían intactos, él es todo un macho, muy varonil y siempre seductor... -Vos tampoco me visitas papá- le reproché... -Sabes que ando con mucho trabajo y que no me gusta salir de casa, pero bueno, vamos para adentro que tenemos que ponernos al día- Dijo y me dejó pasar, caminé moviendo el culo delante de él hasta la cocina... -Tu marido cómo está? -preguntó mientras me servía una tacita de café... -Bien papi... él está trabajando fuera de la ciudad, regresa en un par de semanas... -Él se sorprendió... -Y te deja sola? -Y si ...