MI VECINA ES MI AMANTE CON EL PERMISO DE SU MARIDO - Relatos Eróticos

MI VECINA ES MI AMANTE CON EL PERMISO DE SU MARIDO

... ahora no al menos que encuentres una mujer, que te quiera, o solo ella va a disfrutar (refiriendose a mi ex), sonreimos los tres, tomamos la copa, apenas di dos sorbos pues no me gusta el cava, entonces ella nos dijo para ya si terminar de retirar la mesa lo hicimos de nuevo fue a su lugar la mesa grande en el salon él puso un plato de dulces polvorones turron y demas en la mesa pequeña junto al sofá, de nuevo nos sentamos como en la tarde él junto a mi, ella frente, rapido el volvio a sacar un tema de conversación la tele estaba encendida pero ya con la voz muy bajo, empezamos charlando de hijos pasamos de un tema a otro, asi a otro a echarme unos sorbitos de licor, sin dare cuenta me ví hablando de sexo con ellos, no en una charla de calenturientos sino como él me contaba los prejuicios de los hombres, o como habia evolucionado en las civilizaciones el sexo, lo que para unos es tabú para otras civilizaciones era normal, así charlabamos los tres exponiamos distintos puntos de vista, a la vez queme imaginaba como habia llegado yo hasa allí y diciendo lo que decía, cuando él me dijo nunca probaste con tu ex hacer algo distinto me refiero a intercambios de pareja o algo así, le dije que por supuesto que no, yo no se si lo aceptaria pues para ello a de estar muy preparado sicologicamente, pero lo que era seguro que al menos en el tiempo que estuvo conmigo y sus reacciones ella bajo ningun concepto lo hubiera aceptado, mi vecina protestó diciendo que no estuviera yo tan seguro ...

... pues nunca llegué a preguntarselo, mientras que mi vecino tomó la palabra diciendo, yo tampoco nunca lo he aceptado ni ella pero la edad te va haciendo madurar ver que lo que creias importante no lo es tanto y lo que pensabas que no lo era lo es, me parecieron unas palabras enigmaticas en ese momento, me dejo en la enorme duda de si lo habian hecho o no, yo lo miraba al hablar cuando terminó de decirlo se hizo un silencio, para retomar ella la palabra diciendome con cierta sorna en su cara, antes ni se le pasaba por la cabeza ahora me lo pide, él mismo, pero como le digo a él eso es una decisión al menos para mi dificil, yo no pienso ir a uno de esos club y acostarme con alguien que no conozco, solo pude decir claro, eso son decisiones muy personales, él terció de nuevo, por supuesto jamas la obligaría a acostarse con otro hombre, para mi la conversación habia tomado unos derroteros, que sinceramente no sabía ni que hacer ni que decir, o si estaba de mas a llí o si debia irme apenas era la una y media de la mañana lo veia en el reloj del salon en el mueble frente a mi. De nuevo él no dejó que se hiciera largo el silencio y dió una nueva vuelta a todo, con enorme naturalidad diciendo los hombres al menos lo de nuestra época me refiero a la mia la tuya si habeis vivido casi total la democracia, pero mi juventud era la de un hombre debe alimentar a su familia, el sexo con la mujer y los cuernos era un estigma, yo siempre he sido un enorme trabajador, lo que tenemos lo debemos a ...