Mi adorada madrastra - Relatos Eróticos

Mi adorada madrastra

... una enorme mancha imborrable pero como yo aun no terminaba solo le di tiempo a recuperar la respiración para sentarle de frente a mi ya que tenía el deseo de chupar sus enormes tetas mientras cogíamos, dentro de su vagina había tantos fluidos que al irse sentado mi verga se deslizo sin ninguna dificultad y sincronice mis movimientos con su hábil cabalgata ya que cuando ella bajaba yo empujaba para arriba y al tenerle de frente pude chupar sus inflamados pezones y en un momento dado descubro que no es mito que la mujer al encontrarse extasiada cogiendo pone los ojos en blanco ya que así se encontraba mi adorada y caliente madrastra lo que provoco que yo en pocos minutos explotara y fue maravilloso ya que ella casi de manera simultánea a mi eyaculación experimentara otro enorme orgasmo Mientras tomábamos una refrescante ducha ella comenta, de verdad que el destino suele ser caprichoso ya que de no haber querido tener esa aventura y que tú me descubrieras jamás hubiera pasado esta maravillosa tarde ahora tu puedes decidir mi destino si quieres que me separe de tu padre o que me quede pero si me quedo cada vez que tenga oportunidad voy a querer tu enorme verga Por supuesto que le pedí que se quedara sabiendo que ella era la primer mujer que no se quejo del tamaño de mi verga