Fui infiel bailando en un boliche
Fecha: 25/11/2018,
Categorías:
Infidelidad
Erotismo y Amor
Autor: hilda, Fuente: CuentoRelatos
... relajada y yo le grito que me encanta ser bien puta y que me cojan varios. Incluso él me hace un relato como si estuviéramos con otro hombre formando un trío, lo cual me hace desesperar aún más y aumenta mi potencial orgásmico. También desde hace varios años venimos saliendo a bailar a un par de lugares con música de los 60 y 70, nos gusta mucho bailar juntos especialmente los temas lentos. Cada vez mi vestuario es más atrevido cuando vamos a esos boliches con luces rojas muy tenues. Una noche yo había llevado un sacón de verano semitransparente azul oscuro, que me cubre hasta la mitad de mis piernas y un vestido muy corto. Mi esposo, aprovechándose de las penumbras no tardó en despojarme de mi ropa en el sillón que ocupábamos y luego me hizo poner solo el sacón para que bailáramos juntos unos temas lentos. Esto ya lo hemos hecho otras veces y nos excita mucho. Mi desnudez entre las parejas que nos rodeaban esa noche me producía un gran morbo y de inmediato le baje la cremallera del pantalón, le saqué el pene y me lo puse bajo mi vagina. No pude contener mis 4 o 5 orgasmos que se repetían uno tras otro y mis fuertes suspiros se confundían con la música. A pesar que mi esposo me pedía que disimulara un poco, no podía frenar mi agitación y el perreo de mis glúteos, sabiendo que más de uno me estaban mirando. Entre esas parejas había un tipo de unos cuarenta y algo, tez morena, muy apuesto, que bailaba apretado con su pareja y no despegaba los ojos de mí. El tipo no se ...
... perdía detalle y disfrutaba viendo como yo terminaba una y otra vez. Yo no podía evitar mirarlo y veía en sus ojos una insinuante invitación como queriendo ocupar él, el lugar de mi esposo. Esto me calentaba mucho, mucho. Mi esposo me decía cosas morbosas al oído sin imaginar que yo estaba poseída por la mirada de ese tipo, allí a pocos pasos nuestro. De pronto el budín me hizo un cabeceo como pidiéndome que lo siguiera y se fue a sentar con su pareja en un sillón no muy lejos del nuestro. Casi inconscientemente le pedí a mi esposo que descansáramos un poco y nos fuimos a sentar a nuestro sillón. Yo estaba demasiado excitada y no podía dejar de mirar hacia el lugar donde estaba el moreno, mientras bebía mi fernet con coca. Mi esposo intentó acariciarme la vagina pidiéndome que le chupara el miembro, pero extrañamente no era su pene lo que necesitaba. Le pedí permiso para ir al baño a hacer pis. Al pasar junto al moreno, este de inmediato se levantó y me siguió. Los baños estaban en otro sector y el morocho, al quedar fuera de la vista de nuestras parejas me tomó del brazo y me apartó hacia un rincón bastante oscuro, sin que yo intentara resistirme. Sin mediar palabras me abrazó deslizando sus manos por mi desnudez, debajo de mi sacón hasta apoyarlas en mis glúteos. El tipo era tan atractivo y varonil que no podía impedir su manoseo, una fuerza pasional dominaba mis sentidos y de inmediato me vi presionada con mis propios impulsos contra su cuerpo friccionando mi pubis contra su ...