Tango en Londres
Fecha: 24/11/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Infidelidad
Autor: Leslie, Fuente: CuentoRelatos
... su miembro que impetuoso salió erecto desde bajo de sus ropas, apuntando directamente hacia el rostro de mi novia. El miembro de Bruno a diferencia del mío lucía sin depilar, quizás solo un poco más grande que el mío, pero el bello que cubría su verga y sus bolas, definitivamente lo hacían lucir más impresionante. Leslie sonriente miró a Bruno a los ojos, para que él de diera cuenta de la clase de 'puta' que tenía a su disposición. Él coloco su mano bajó el mentón de mi novia invitándola a probar su miembro. -Vos tenes una jeta de trola, que se ve de acá hasta Buenos Aires -dijo Bruno riendo. Leslie procedió a lamer levemente, solo la punta verga de Bruno, mientras él impaciente suplicaba que se la metiera completamente en la boca; pero no... ella disfrutaba haciéndolo sufrir. Sí yo no hubiera estado presente, quizás Bruno no hubiera sido tan paciente, pero ese no era el caso. Leslie levantó la verga de Bruno para dejar al descubierto ese par de peludas y enormes bolas, y con un lento movimiento comenzó a lamer sus 'partes nobles', desde donde colgaban sus testículos hasta la punta de su verga, mientras el rostro de mi novia era invadido por el cosquilleo provocado por aquellos gruesos y despeinados pelos púbicos. Bruno cerró los ojos encogió los hombros, señal de que era invadido por un placer casi celestial. Leslie comenzó a darle una mamada de aquellas, en que como le había comentado a Bruno, ella era una experta. Se metía a la boca toda la verga de nuestro invitado, ...
... sacándola solamente para mordisquear alguna de sus bolas, mientras un líquido blanco y espeso se empezaba a mezclar con la saliva de mi novia, haciendo un tipo de espuma que escurría lentamente por sus labios. Era natural que atendiera a Bruno primero, después de todo era su 'luna de miel'. Bruno puso sus manos en la cadera y me miró con una perversa sonrisa de soberbia. Ahí estaba él, de pie enfrente de mí y mi novia estaba arrodillada ante él, comiéndose esa gran verga y sus peludas bolas. Yo solo podía sonreír en ese momento, disfrutando el morbo de la particular escena. Súbitamente Leslie sacó la verga de Bruno de su boca, para girar sobre sus rodillas hacia mí. Utilizando sus delicadas manos comenzó a desabrochar mi pantalón, al tiempo que alzaba la mirada dulcemente, indicándome que no se había olvidado de mí. Sus manos buscaron entre mi ropa para sacar mi miembro que lucía un poco decaído a causa de la espera. Tomo mis depiladas bolas entre sus dedos y mientras las acariciaba, comenzó a pasar su lengua a todo lo largo de mi pene, deteniéndose solo para mordisquear alguna de mis bolas estimulando mi erección. Una vez que mi miembro recobro su tamaño, procedió en metérselo completamente en la boca de tal forma, que sus dientes pegaban en la base de mi pene; sujetó mi cadera con ambos manos y comenzó un frenético 'entre y sale', que me hizo llegar repetidamente a tocar su campanilla, en lo profundo de su garganta. Me encantaba. Después de un rato, sacó mi pene de su boca para ...