Tango en Londres
Fecha: 24/11/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Infidelidad
Autor: Leslie, Fuente: CuentoRelatos
... más y note la diferencia, mi novia se había quitado el brasier y ahora su delicada blusa blanca, trataba inútilmente de ocultar sus rosados pezones, que se lograban apreciar perfectamente bajo una fina capa de seda. Leslie se sentó en mi regazó y cruzó la piernas de tal forma que uno de sus botines quedaba apoyado en la silla de Bruno, justo en su entrepierna. Utilice mi brazo izquierdo para abrazar a mi novia al tiempo que descaradamente clavaba mi nariz en su escote, como si quisiera meterme entre sus senos y nunca más salir; hecho que le resultaba gracioso a Leslie, quien soltó una pequeña risa. Levante la cabeza y coloque mi mano derecha en la rodilla de Leslie y dirigí mi mirada a Bruno, quien tenía sus ojos abiertos como dos grandes platos clavados en los senos de mi novia. -¿Que decías de Leslie? -dije con una picará sonrisa. Bruno hecho la cabeza bruscamente hacia atrás, mientras soltaba una carcajada, como si supiera resignado que nos divertíamos con él. -Justo, acabó de decir a tu novio lo hermosa que sos -dijo Bruno entusiasmado- y ahora llegas con ese escote de infarto, que me dejas mudo. -¿No te gusta? -preguntó burlonamente Leslie mientras se contoneaba sobre mi regazó, a punto de desabrochar un botón más. -No seas cruel, mina, como no me va gustar si vos te ves divina -respondió Bruno bajando la voz con dulzura. -¿Seguro, soy más bonita que la 'puta' de tu ex-novia? -preguntó Leslie desafiante y maliciosa. -Claro que sos más linda que la trola de mi ex ...
... -respondió Bruno alzando la voz y quien por sus ademanes y gestos ya parecía un perro hambriento encadenado, frente al que estuvieran blandiendo un buen filete Premium. Leslie y yo nos miramos a los ojos, mientras en nuestros rostros reflejaban una sonrisa de complicidad, conocedores de que en ese momento éramos dueño de la voluntad de nuestra víctima. No era necesario expresar una palabra o gesto; llevábamos tiempo juntos y ambos conocíamos nuestros gustos y debilidades, lo que nos excitaba. Un aparente inocente beso selló nuestro plan para esa noche. -Chicos, me van a tener que disculpar, voy a saludar un buen amigo -dijo bromeando refiriéndome a mi pene- Bruno te encargo que cuides a mi novia mientras voy a orinar. Vigila que se porte bien. Y sujetando a Leslie por la cintura, la levante de mi regazó para pasarse a él, quien prácticamente babeando, aceptó la encomienda, abriendo sus brazos para recibir a mi novia, sin que ella pusiera ninguna objeción. -Vete tranquilo che, que yo me encargo acá de cuidar a tu novia -respondió él sin siquiera voltear a verme. Leslie se sentó sobre las piernas de Bruno, quién la abrazo fuertemente desde atrás, cruzando sus brazos por el vientre de mi novia, como si quisiera evitar que escapará, cosa que no ocurriría. Para terminar colocando su rostro junto al de ella y sentir la suave piel de sus mejillas. Me entretuve todo lo que pude en el servicio para darle oportunidad a Leslie de hacer su jugada, que no creo que ocupará mucho tiempo, de acuerdo ...